Se deriva del griego περόνη (perónē), "cierre", "broche".
La cabeza proximal y la epífisis son alimentados por una rama de la arteria tibial anterior.
En la recolección de médula ósea del fémur siempre se toma del tercio medio y los extremos penetrando (proximal 4 cm y distal 6 cm).
Debido a que el peroné soporta relativamente poco peso en comparación con la tibia, normalmente es más estrecho que la tibia en todos los animales, salvo en los tetrápodos más primitivos.
En algunos animales, la reducción del peroné ha continuado aún más que en la especie humana, con la pérdida de la articulación tarsal, y, en casos extremos (tales como el caballo), hay fusión parcial con la tibia.