Jacques Offenbach

[a]​ Fue una poderosa influencia en los compositores posteriores del género de la opereta, en particular Johann Strauss (hijo) y Arthur Sullivan.

[1]​ Sin embargo, las ganancias de su trabajo orquestal le permitieron recibir lecciones del violonchelista Louis-Pierre Norblin.

Volvió a trabajar como violonchelista y director ocasional en la Opéra-Comique, pero no se animó en sus aspiraciones de componer.

Offenbach encontró más aliento en el compositor, cantante y empresario Florimond Ronger, conocido profesionalmente como Hervé.

Mientras mantenía su carrera en el servicio civil, colaboró (a veces bajo seudónimos discretos) con Offenbach en veintiuna obras durante los siguientes veinticuatro años.

[73]​ Otro éxito de ese verano fue Le Violoneux, que convirtió en estrella a Hortense Schneider en su primer papel para Offenbach.

[74]​ La legislación promulgada en marzo de 1861 impidió que la compañía utilizara ambos teatros y se interrumpieron las apariciones en la Salle Lacaze.

[5]​ Todas eran para los pequeños elencos permitidos bajo su licencia, aunque en la Salle Choiseul se le concedió un aumento de tres a cuatro cantantes.

[o]​ Llegó a la conclusión de que la ópera cómica se había vuelto demasiado grandiosa e inflada.

Gammond enumera entre las razones de su éxito, «los valses arrebatadores» que recuerdan a Viena, pero con un nuevo sabor francés, las patter songs y «sobre todo, por supuesto, el cancán que había llevado una vida traviesa en los bajos fondos desde la década 1830 o así y ahora se ha convertido en una moda educada, tan desinhibida como siempre».

Logró lo que entonces fue una exitosa serie de cuarenta y dos funciones, sin, como el biógrafo Andrew Lamb dice, «darle una mayor aceptación en círculos más respetables».

Incluso volvió, por una sola noche, a su antiguo papel como virtuoso del violonchelo en una actuación real ante el emperador Francisco José.

Desde su temprano éxito en sus óperas cortas, se había convertido en una de las principales estrellas del escenario musical francés.

Ahora cobraba grandes honorarios y era notoriamente temperamental, pero el compositor insistió en que ninguna otra cantante podría igualarla como Helena.

Los soberanos que vieron la pieza incluyeron al rey de Prusia, Guillermo I, acompañado por su primer ministro, Otto von Bismarck.

Halévy, con su experiencia como alto funcionario, vio más claramente que la mayoría la amenaza inminente de Prusia; escribió en su diario: «Bismarck está ayudando a duplicar nuestras ganancias.

John Hollingshead del Gaiety Theatre presentó las operetas de Offenbach a un público numeroso y entusiasta.

Sus nuevas obras Le Roi Carotte (1872) y La jolie parfumeuse (1873) fueron modestamente rentables, pero las renovaciones lujosas de sus éxitos anteriores hicieron mejores negocios.

[131]​[132]​ En 1876, una exitosa gira por Estados Unidos en relación con su Exposición del Centenario permitió a Offenbach recuperar algunas de sus pérdidas y pagar sus deudas.

[136]​ Aunque La fille du tambour-major fue rentable, componerla dejó a Offenbach menos tiempo para trabajar en su preciado proyecto, la creación de una exitosa ópera seria.

[154]​ En la modulación, fue igualmente cauteloso; rara vez cambiaba una melodía a una tonalidad remota o inesperada y se mantenía mayormente en un patrón tónica-dominante-subdominante.

[155]​ De manera similar, a menudo cambiaba rápidamente entre modos mayores y menores, contrastando efectivamente personajes o situaciones.

Cuando se sentía seguro de que la obra sería interpretada, comenzaba la orquestación completa, a menudo empleando un sistema codificado.

[163]​ En general, la técnica paródica de Offenbach consistía simplemente en tocar la música original en circunstancias inesperadas e incongruentes.

[167]​ Otra letra con música absurdamente ceremoniosa es «Votre habit a craqué dans le dos» («Tu abrigo se ha partido por la espalda») en La vida parisina.

[17]​ En la última década de Offenbach, notó un cambio en el gusto del público: ahora se prefería un estilo más simple y romántico.

[169]​ Cuando Léon Carvalho aceptó la obra para su producción en la Opéra-Comique, Offenbach accedió a convertirla en una opéra comique con diálogo hablado.

[173]​ El crítico Tim Ashley escribe: «Estilísticamente, la ópera revela una notable amalgama de influencias francesas y alemanas...

La partitura fue muy elogiada por su orquestación y contenía un número, el «Valse des rayons», que se convirtió en un éxito internacional.

[193]​ En opinión de Gammond, el compositor vienés más influenciado por Offenbach fue Franz von Suppé, quien estudió cuidadosamente sus obras y escribió muchas operetas exitosas usándolas como modelo.

Offenbach como un joven virtuoso del violonchelo, dibujo de Alexandre Laemlein de 1850.
Jacques Offenbach fotografiado por su amigo Nadar .
Retrato de Offenbach, por Nadar.
Cartel para el reestreno de Orfeo en los infiernos en París en 1878.
Offenbach con su único hijo varón, Auguste, en 1865.
Zulma Bouffar fue la protagonista de Barbazul (1866). En esa época inició un romance con el compositor que duró al menos hasta 1875.
Offenbach hacia 1876.
Elegía a Offenbach de Clement Scott en la revista Punch .
Caricatura de Jacques Offenbach.
La muerte de Antonia (Acto III) en la producción original del año 1881 de Los cuentos de Hoffmann . En frente: Adèle Isaac ; en el fondo (de izquierda a derecha): Hippolyte Belhomme , Marguerite Ugalde , Pierre Grivot , Émile-Alexandre Taskin y Jean-Alexandre Talazac .
Caricatura de Offenbach y Strauss de 1871.