(a veces referida como "Pour mon âme"), que ha sido considerada el "Monte Everest" de los tenores.
Presenta nueve dos altos y aparece en un momento relativamente temprano de la ópera, dando poco tiempo al cantante para calentar su voz.
El pueblo fronterizo, atemorizado, dirige una plegaria a la Virgen para que llegue pronto la paz.
Está terminando la guerra en la que Napoleón ha ocupado la región, y los franceses acaban de lograr la victoria.
En su camino hacia Austria, la aterrorizada marquesa de Berkenfeld y su mayordomo, Hortensius, se han detenido en su viaje debido a una escaramuza que ha estallado.
Sulpice los sorprende, y Marie debe reconocer ante Tonio que ella sólo se puede casar con un soldado del 21.
Asombrada por las groseras maneras de la chica, la marquesa decide llevársela a su castillo y darle una educación apropiada.
Cuando Tonio trata de obtener permiso para cortejar a Marie los soldados se lo niegan, porque no pertenece al regimiento.
Sulpice también está en el castillo, recuperándose de una herida, y se supone que ayuda a la marquesa en sus planes.
Llegan Tonio y los demás soldados del regimiento, se supone que a la boda de Marie.
Tonio le confiesa a la marquesa su amor por Marie y que por la muchacha él se ha hecho soldado.
Cuando dicen que ella fue vivandera e hija del regimiento, los invitados y la aparatosa duquesa de Crakenthorp se horrorizan.
Para celebrar este feliz momento, Marie, Tonio los soldados y todos los presentes cantan una vez más ese patriótico Salut à la France (Hola a Francia).