Tratamiento del cáncer de pulmón

Por esta razón es muy importante que se realicen todas las pruebas diagnósticas necesarias para determinar el estado del cáncer.

Si se descubre una reserva respiratoria deficiente, como en el caso de fumadores con enfermedad pulmonar obstructiva crónica, puede que la cirugía esté contraindicada.

Algunos procedimientos quirúrgicos incluyen: Estas operaciones requieren la administración de anestesia general y una incisión en el tórax, llamada toracotomía.

Si el cáncer del pulmón se ha propagado al cerebro, es posible que la extirpación de la metástasis cerebral (metastasectomía) sea beneficiosa.

Una cámara diminuta se coloca dentro de la cavidad del tórax para permitir que el cirujano vea el tumor (toracoscopia).

Solo se necesitan pequeñas incisiones, por lo que el paciente siente menos dolor después de la cirugía.

En situaciones límite deberá realizarse, por un lado, estudio funcional con xenón midiendo porcentajes de ventilación y perfusión en cada pulmón por separado e incluso cateterismo derecho.

Este tipo de radioterapia es el que se usa con más frecuencia para tratar un cáncer primario del pulmón o sus metástasis en otros órganos.

También se puede usar la braquiterapia para ayudar a aliviar el bloqueo de las grandes vías aéreas causado por el cáncer.

Además, la radioterapia se puede usar para aliviar algunos síntomas de cáncer del pulmón como dolor, hemorragia, dificultad para tragar (disfagia), y problemas causados por las metástasis cerebrales.

Los efectos secundarios de la radioterapia pueden incluir problemas leves en la piel, náuseas, vómitos y cansancio.

Normalmente estos síntomas son menores si se comparan con aquellos causados por un tumor cerebral; sin embargo, pueden reducir la calidad de la vida.

Los efectos secundarios de la radioterapia en el cerebro generalmente se vuelven más graves uno o dos años después del tratamiento.

[9]​ Estos medicamentos entran en el torrente sanguíneo y llegan a todas las áreas del cuerpo, lo cual permite que este tratamiento sea útil incluso para aquellos cánceres que se han propagado o metastatizado en órganos distantes del pulmón.

El cisplatino (CDDP), o su similar, el carboplatino, son los agentes quimioterápicos que se usan con más frecuencia para tratar el cáncer del pulmón de células no pequeñas (NSCLC).

Por ejemplo, el médico puede recetar medicamentos antieméticos para prevenir o reducir las náuseas y los vómitos.

Etapa I: si el NSCLC está en etapa I y el tumor es pequeño, probablemente el tratamiento será solo la extirpación quirúrgica del tumor mediante una lobectomía (extirpación de un lóbulo), o una cirugía menos extensa como por ejemplo segmentectomía o resección en cuña.

Aunque los bordes de la muestra no presenten células cancerosas detectables, algunos médicos pueden recomendar radioterapia o quimioterapia adyuvante.

Se están realizando varios estudios cuyo objetivo es determinar el mejor tratamiento para las personas con cáncer del pulmón en esta etapa.

Se están realizando varios estudios cuyo objetivo es determinar el mejor tratamiento para las personas con cáncer del pulmón en esta etapa.

Si se utiliza alguna terapia agresiva, el objetivo del tratamiento debe ser clara para el paciente y su familia.

Si de otra manera la salud del paciente es buena, la quimioterapia puede ayudar a prolongarle la vida, aunque no ofrezca curación.

Varios estudios han mostrado que la quimioterapia puede prolongar la vida en casos de cáncer del pulmón en etapa IV.

Si el paciente ha sido tratatado con quimioterapia y no le está surtiendo efecto, tal vez también desee considerar atención paliativa.

El cáncer del pulmón de células pequeñas normalmente se clasifica como limitado o extendido.

[20]​ Es de esperar que se presenten más efectos secundarios con una terapia combinada, tales como dificultad para respirar y para tragar.

[18]​ El SCLC comúnmente se propaga al cerebro incluyendo en pacientes que han recibido radioterapia torácica.

[20]​ Debido a la carencia de resultados satisfactorios, los médicos están estudiando otros métodos para tratar estos cánceres.

El SCLC en etapa avanzada puede ser manejada con quimioterapia—normalmente carboplatino o cisplatino junto con etopósido—permitiendo extender la esperanza de vida del paciente en un 70 a un 80%.

[18]​ Si el paciente está demasiado enfermo para tolerar la quimioterapia, el mejor plan es proporcionar cuidados paliativos: alivio del dolor, de problemas respiratorios y otros síntomas.