); y los cannabinoides sintéticos o neocannabinoides, compuestos similares generados en laboratorio (aunque no presentes al estado natural en el medio ambiente).
Otros usos se encuentran actualmente en investigación clínica (Ej: convulsiones refractarias en niños, glaucoma, patologías que cursan con desmielinización como la esclerosis múltiple).
El descubrimiento del primer receptor de cannabinoides en los años ochenta ayudó a resolver este debate.
[6] Sin embargo, la afinidad por el mismo ligando, el modo de transmitir la señal y su distribución tisular son caracteríasticas diferenciales.
En consecuencia, no hay riesgo de fallo cardiorrespiratorio como sucede con otras drogas.
En la actualidad existe controversia si el linaje celular oligodendroglial expresa CB2, ya que algunos estudios muestran una expresión insignificante o nula de dicho receptor,[9] mientras que otros reflejan su expresión en OPCs y OLs.
Además la savia es rica en terpenos, los cuales son responsables del aroma de la planta.
Los fitocannabinoides son bastante insolubles en agua pero muy solubles en lípidos, alcoholes y otros disolventes orgánicos apolares.
Todos los cannabinoides naturales son derivados de sus respectivos 2-acidocarboxílico(2-COOH) por descarboxilación (catalizada por calor, luz y condiciones alcalinas).
[11] Todas las clases derivan de compuestos del tipo cannabigerol y difieren principalmente en el proceso mediante el cual el precursor es ciclado.
Hay más cannabinoides que han sido estudiados: El THC es el componente psicoactivo primario de la planta.
El cannabinol (CBN) es el producto primario de la degradación del THC y no se suele encontrar demasiado en la planta.
Es un psicoactivo leve cuya afinidad es superior en el caso del receptor CB2 y baja en el CB1.
CBDA es la forma ácida del cannabidiol (CBD), un cannabinoide no psicoactivo que ha ganado atención por sus posibles propiedades terapéuticas.
Esto puede comportar confusión porque hay diferentes sistemas para numerar y describir la posición del doble enlace.
A los cannabinoides con un propilo se les da nombre empleando el sufijo “varina”.
Los cannabinoides se pueden administrar por vaporización, ingestión oral, inyección intravenosa, absorción sublingual o con supositorios.
Muchos metabolitos del cannabis pueden ser detectados en el organismo después de varias semanas.
La producción de cannabinoides comienza cuando una enzima causa la combinación del geranil pirofosfato y ácido olivetolico para formar CBG.
Para los homólogos del propilo (THCV, CBDV y CBNV) se lleva a cabo el mismo proceso pero basado en CBGV.
La estructura del THC fue determinada por primera vez en 1964 por el profesor Raphael Mechoulam, sintetizando la molécula Δ9-tetrahidrocannabinol.
Debido al parecido molecular y la facilidad de la conversión sintética, en un principio se pensó que el CBD era un precursor natural del THC.
En 1992, el primer componente descubierto fue identificado como araquidonoil etanolamina, también llamado anandamida, un nombre derivado de la palabra dicha en Sánscrito y –amida.
Anandamida es un derivado del ácido graso esencial (separado en el link) araquidónico (AA).
[22] El 2–Araquidonoilglicerol es otro endocannabinoide derivado del ácido araquidónico, que se une a los receptores CB1 y CB2 con afinidad similar, actuando como un agonista total de ambos.
Los endocannabinoides, por otro lado, son descritos como transmisores retrógrados porque normalmente viajan “hacia atrás”, en contra de la corriente sináptica común.
Ellos, en efecto, son liberados de la célula post-sináptica y activados en la célula pre-sináptica, donde los receptores señal se encuentran densamente concentrados en los terminales axónicos, en zonas desde las cuales los neurotransmisores convencionales son a su vez liberados.
Scientific American publicó un artículo en diciembre de 2004, titulado “The Brain’s Own Marijuana” dónde se discutía el sistema endógeno cannabinoide.