Mucositis

Puede presentarse en cualquier punto del tracto gastrointestinal, pero el término mucositis oral se refiere exclusivamente a la inflamación y ulceración de la mucosa bucal.Los regímenes que incluyen melfalán se asocian a tasas elevadas de mucositis oral.[4]​ La radioterapia aplicada a la cabeza y al cuello, a la pelvis o al abdomen se asocia también con este efecto adverso o con mucositis del tracto GI de grado 3 y grado 4 respectivamente, afectando a más del 50% de los pacientes.Las principales citocinas inflamatorias implicadas son la IL-1, IL-6 y el TNF-alfa.Algunas quejas comunes relacionadas con este síntoma son la percepción de que la comida sabe demasiado dulce o amarga o la presencia continua de un sabor metálico.La higiene bucal es el eje central del tratamiento; a los pacientes se les aconseja que se laven la boca con regularidad y antes de acostarse, y más a menudo si la mucositis empeora.Los cítricos, el alcohol y los alimentos picantes empeoran las lesiones de la mucositis.Se pueden utilizar enjuagues bucales medicinales, como por ejemplo el gluconato de clorhexidina y la lidocaína viscosa, para aliviar el dolor.Caphosol es un enjuague bucal con estudios clínicos publicados que han demostrado su eficacia en la prevención y en el tratamiento de la mucositis oral causada por la radiación y por altas dosis de quimioterapia, reduciendo la frecuencia, intensidad y duración de la mucositis oral, incluso en pacientes sometidos a TCMH.[8]​[9]​ Las llagas o úlceras pueden infectarse debido a virus, bacterias u hongos que pueden dar lugar a infección local o servir como portal de entrada para la flora oral, lo cual, en algunos casos, puede causar septicemia (especialmente en pacientes inmunodeprimidos).