Su nombre se forma a partir de 'producción' (en griego poiesis) y glóbulos rojos (o eritrocitos).
En 1968, Goldwasser y Kung iniciaron trabajos para purificar la EPO humana, logrando aislar en 1977 algunos miligramos con más del 95 % de pureza.
El ensayo fue exitoso y los resultados publicados en la New England Journal of Medicine en enero de 1987.
La producción industrial de la eritropoyetina humana recombinante (RhEpo) se iniciaría poco después.
[7] En la etapa fetal y perinatal se origina primordialmente por el hígado el cual es sustituido por el riñón en la edad adulta.
El papel parácrino de la eritropoyetina en las gónadas y en el útero todavía no ha sido aclarado.
Aparte de la eritropoyesis, esta hormona cumple otras funciones biológicas; por ejemplo, a nivel cerebral juega un papel importante en la respuesta a la lesión neuronal ejerciendo un papel protector en situaciones de isquemia al evitar la apoptosis celular.
[11] Antes del desarrollo de esta técnica la EPO usada en medicina se extraía de la orina humana, lo cual suponía un importante obstáculo para su obtención y posterior utilización, al conseguirse sólo pequeñas cantidades que resultaban insuficientes para atender a la demanda.
La EPO aumenta la masa eritrocitaria (elevando el hematocrito), lo que permite un mejor rendimiento del deportista en actividades de ejercicio aeróbico.