Sufragio femenino en Argentina

En los regímenes republicanos y parlamentarios modernos, la regla hasta el siglo XX, fue la exclusión total o parcial de las mujeres.

El movimiento feminista avanzó mucho en derechos civiles, pero no fue así con los derechos políticos hasta la década de 1940, no obstante, puso a la cuestión del sufragio femenino en el debate público, y más de una vez captó la atención del debate legislativo.

En Argentina en 1907 se creó el “Comité Pro-Sufragio femenino”, fundado por las feministas Alicia Moreau, Sara Justo, Julieta Lanteri y Elvira Rawson de Dellepiane.

[5]​ En 1912, se sanciona la Ley Sáenz Peña, que establece el voto universal, secreto y obligatorio, pero excluyendo a las mujeres.

[7]​ El primer proyecto de ley nacional fue presentado por el diputado radical por Santa Fe Rogelio Araya en 1919,[8]​ seguido luego de muchos otros que ni siquiera fueron tratados por las cámaras del Congreso Nacional.

[9]​[10]​ Un hecho muy destacado en los antecedentes del sufragio femenino en Argentina tuvo lugar en 1911, cuando la Municipalidad de Buenos Aires convocó a los vecinos para que actualizaran sus datos en los padrones para las elecciones municipales de legisladores, llamó a que lo hicieran los ciudadanos mayores, residentes en la ciudad, que tuvieran un comercio o industria o ejercieran una profesión liberal y pagasen impuestos.

En 1910, Lanteri solicitó a un juez nacional que se le otorgaran sus derechos como ciudadana, incluso los políticos.

[11]​Por este hecho, se convirtió en la primera mujer candidata a un cargo político en Argentina.

[18]​ En 1945 Juan Domingo Perón pero principalmente Eva Duarte impulsaron el voto femenino y corrieron la versión de que el mismo sería habilitado por decreto, pero la iniciativa fue rechazada por varios grupos y finalmente no sucedió.

[20]​ Para Soler un régimen que marginaba a las mujeres, no era un régimen democrático: La postura más opuesta a la de Soler fue expuesta por Armando Antille, senador por Santa Fe y paradójicamente miembro del mismo partido.

[20]​ Antille rechazó frontalmente la idea de que hombres y mujeres pudieran ser considerados iguales, y sostuvo que la naturaleza había asignado a las mujeres el rol de procrear y cuidar a la prole, razón por la cual debían permanecer preferentemente en el hogar y mantenerse apartadas de la vida "social general": Antille aceptaba con reticencias que las mujeres tuvieran el derecho a votar, pero rechazaba que el derecho se extendiera a ser votadas como candidatas.

Inspirada precisamente en Sáenz Peña, Eva Perón elaboró como eslogan de su campaña la frase "La mujer puede y debe votar".

[25]​ En la Cámara de Diputados las posturas políticas tenían mayor diversidad que en el Senado.

[28]​ La preocupación del principal bloque opositor, correspondiente a la Unión Cívica Radical, conocido como Bloque de los 44 y presidido por Ricardo Balbín, era evitar que el voto femenino se aplicara en las elecciones legislativas de 1948, cuestión que fue salvada con el compromiso del ministro del Interior Ángel Borlenghi de no aplicar la ley hasta que el padrón femenino estuviera correctamente confeccionado.

Eva Perón por su parte, que venía organizando centros cívicos femeninos peronistas, convocó a una marcha de mujeres frente al Congreso para reclamar la sanción de la ley, que resultó multitudinaria.

[31]​ A continuación la declaración en cadena nacional del discurso oficial de Eva Perón, una vez que se aprobó la ley del sufragio femenino: El texto de la ley es breve y está integrado por siete artículos.

El tercer artículo dispone que la Ley Electoral debe ser la misma para mujeres y varones, estableciendo la obligación del Estado de entregarle a las mujeres una "libreta cívica" que obre como documento de identidad.

[36]​ La Unión Cívica Radical modificó en 1948 sus estatutos para permitir que las mujeres pudieran afiliarse al partido.

El Partido Socialista principalmente, y el Partido Comunista en menor medida, tenían desde varios años atrás estructuras femeninas internas, con importantes dirigentes femeninas, como la histórica dirigente socialista Alicia Moreau de Justo.

En esa época se trataba de un acto extremadamente revulsivo, que se acentuaba por el hecho del apoyo sindical y el duro enfrentamiento que mantenían Evita y las clases altas de Argentina.

En las elecciones legislativas de 1954, la representación femenina en ambas cámaras aumentó, con 34 diputadas (21,7%) y 8 senadoras (22,2 %).

Manifestación de mujeres en Buenos Aires frente al Congreso Nacional por la ley de Voto Femenino, 1947.
El movimiento peronista se había conformado entre 1943 y 1945, con base en una alianza entre las principales corrientes sindicales ( socialista y sindicalista revolucionaria ) con un sector del Ejército, que permitió que Juan Domingo Perón ganara las elecciones presidenciales de 1946 .
Eva Perón emitiendo su voto.
"Libreta Cívica" de Eva Perón. Fue la primera en ser emitida y llevaba el número 0000001.
Mujeres votando por primera vez en 1951, en Santa Rosa , capital de la recién creada provincia Eva Perón , cuyos habitantes nunca habían tenido derechos políticos.
Porcentaje de mujeres diputadas (1951-2011).
Porcentaje de mujeres senadoras (1951-2011).