A su vez, cuando se renovaran dos bancas, una mujer debía estar entre los dos primeros lugares, y cuando se renovaran más de dos bancas debía haber una entre los primeros tres lugares.
Tampoco es admisible tener a tres personas del mismo sexo que ocupen lugares consecutivos en la lista hasta cubrir el 30% de mujeres.
[6][7][8] La ley originalmente no tenía injerencia en el senado argentino, cuyos miembros eran elegidos, en ese entonces, a través de elecciones indirectas, ya que las legislaturas provinciales los designaban.
[3] El éxito de la ley está causado por las características del sistema electoral argentino.
[12][13] Un duodécimo país, Venezuela, también adoptó una ley de cupo, pero más tarde la derogó.
[12] Existe un amplio consenso en considerar que el cupo femenino cumplió un importante papel impulsando y ampliando la presencia de mujeres en la política, con figuras de alta relevancia como Cristina Fernández de Kirchner (que resultara elegida presidenta dos veces), Elisa Carrió y Gabriela Michetti (que resultara elegida vicepresidenta).
Sin embargo la ley también mostró sus limitaciones al convertir en la práctica el 30% en un techo de participación femenina, antes que en un cupo mínimo.
[14] Adicionalmente, cuando los cargos expectantes no eran múltiplos de tres, la circunstancia era habitualmente aprovechada para reducir aún más el espacio reservado a las mujeres, llegando al extremo de no garantizar ningún cargo cuando las bancas en juego eran dos.
Al mes siguiente la provincia de Río Negro lo hizo mediante la Ley Nº 3.717.