[20][21][8] Estos actos se manifiestan en todos los ámbitos de la vida social y política, entre los que se encuentran la propia familia, el Estado, la educación, los medios de comunicación, las religiones, el mundo del trabajo, la sexualidad, las organizaciones sociales, la convivencia en espacios públicos, la cultura, etc.[22] «Las mujeres y los niños/as, que a menudo son los más vulnerables a sufrir abusos contra sus derechos humanos, son los que más sufren de violencia sexual y de género»,[23] mientras que según algunos estudios sostienen que los varones estarían subrepresentados en las estadísticas.
[24][25][26][27][3][28] Algunos estudios afirman que la población LGBT+ estaría subrepresentada en las estadísticas e incluso algunos grupos mostrarían mayor prevalencia a nivel comparado.
[56] La categoría de género tendría sus raíces en los debates antropológicos y sociológicos de la primera mitad del siglo XX que indicaban que la conducta humana era aprendida y no se encontraba predefinida por los genes,[56] mientras que la inserción del concepto dentro del campo de las ciencias sociales sería posterior.
[57] Tales debates precedieron a la «medicalización del sexo» ocurrido aproximadamente entre 1885-1910,[58] fase donde apareció «una nueva forma de entender y hablar sobre la sexualidad humana»,[59] perspectiva nueva que se alejaba de los juicios meramente prácticos de los actos sexuales —descendencia, placer, lo socialmente aceptable—, y que nacía conjuntamente con la psicología y psiquiatría, por lo que las voces autorizadas para hablar de sexualidad provenían del mundo médico.
[60] Fue en esta época donde se comenzó a utilizar términos tales como «homosexual» y «heterosexual».
[59] La distinción entre el medicalizado «sexo» y la categoría psicológica «género» apareció a partir de la segunda mitad del siglo XX.
[75] Los estudios que abordan este tema utilizan diversos términos para hacer alusión a ella, tales como agresión, conflicto, delincuencia, desórdenes de conducta, comportamiento criminal, comportamiento antisocial, violencia u otros;[76] además, remiten a variadas teorías multidisciplinares, que han intentado definir desde su óptica, si el comportamiento violento es constitutivo del ser humano o nace de la influencia de la cultura.
La violencia de género difiere de estos por la atención que atrae a la discriminación y la violencia en línea dirigida específicamente por su género, con mayor frecuencia hacia aquellos que se identifican como mujeres.
Esta violencia y acoso dirigido se presenta de muchas formas.
Con frecuencia hay comentarios en blogs escritos por mujeres que son de naturaleza sexualmente violenta.
Esto es violencia de género en línea enmascarada como una actividad inofensiva y sin objetivo.
Las normas y creencias culturales son llevadas de las comunidades físicas a los espacios en línea por actores que se involucran en este comportamiento en persona o que ya están de acuerdo con las ideas misóginas.
[100] A través de causas culturales, los académicos afirman que, en lugar de que la tecnología genere violencia en línea, simplemente proporciona una nueva plataforma que los usuarios usan para adaptarse a la acción deseada, algunas de las cuales pueden incluir actos como doxear, amenazar o acosar a las mujeres.
[101] La cultura también puede influir en la popularidad de las actividades violentas contra las mujeres cuando estas conductas son perpetradas o normalizadas por celebridades.
[104] Los casos en los que la violencia se instiga y crece debido a la percepción de anarquía, así como los casos en los que los algoritmos en línea son responsables del aumento del acoso, son ejemplos de cómo se puede instigar la violencia de género en línea.
Las desigualdades estructurales que existen en el seno de los paisajes tecnológicos reproducen prácticas discriminatorias dirigidas a las mujeres.
Esto puede tener efectos diferentes a los esperados en casos de agresión física o violencia.
[109] Entre las víctimas menores de edad, estas experiencias y los impactos son similares.
[110] Los jóvenes también pueden temer por su seguridad después de eventos de violencia en línea y muchos se involucran menos en las comunidades en línea o en actividades por temor a que estas acciones puedan conducir a más violencia contra la víctima.
Estas amenazas en línea se tradujeron en la vida personal de las mujeres atacadas; muchas se vieron obligadas a mudarse, permanecer en estrecho contacto con la policía y cancelar los eventos presenciales programados.
El segundo se enfoca en las políticas públicas nacionales destinadas a impulsar la autonomía de las mujeres y las personas.
A los fines estadísticos es relevante poner de relieve, que en el año 2020 el Ministerio recibió 29.706 comunicaciones que fueron derivadas a distintos canales de asistencia para su seguimiento (intervenciones).
[126] No obstante, esta cifra no puede ser confirmada en su totalidad por la vergüenza, posible humillación o burla que los hombres pueden llegar a tener al momento de hacer la denuncia contra este problema.
[127] Las comunidades autónomas que presentan mayor número de casos de víctimas mortales son (en orden): Andalucía (11), Cataluña, la Comunidad Valenciana, y las Islas Canarias (7 en cada una), y Madrid (6), mientras que las que menos casos presentaron (ninguno) fueron las Asturias, Castilla - La Mancha, Extremadura, Navarra, País Vasco, La Rioja, Ceuta y Melilla.
[11] En los últimos años la violencia de género en Venezuela, se ha incrementado a pesar de los grandes esfuerzos que ha hecho el estado venezolano por crear instituciones que legislen su protección, integridad y dignidad humana.
A este respecto, el Manual de legislación sobre la violencia contra la mujer (ONU 2010) advierte:
Estados Unidos y Palaos han firmado, pero no ratificado el tratado.
La Santa Sede, Irán, Somalia, Sudán y Tonga no son signatarios de la CEDAW.
Este número no aparece en la factura del teléfono para evitar que el maltratador descubra que su pareja ha llamado allí, pero, dependiendo del caso, puede aparecer en otros registros, por lo que se recomienda hacer este tipo de llamadas desde un teléfono público o pedirle su teléfono a alguien para realizarlas.
[151] La Ley n. 30364 tiene como finalidad «prevenir, erradicar y sancionar toda forma de violencia producida en el ámbito público o privado contra las mujeres por su condición de tales, y contra los integrantes del grupo familiar; en especial, cuando se encuentran en situación de vulnerabilidad, por la edad o situación física como las niñas, niños, adolescentes, personas adultas mayores y personas con discapacidad».