También surge cuando una pareja intenta mantener el poder y el control sobre la otra a través del abuso o la violencia, por ejemplo, cuando una relación se ha roto.
Este abuso o violencia puede adoptar diversas formas, como agresión sexual, acoso sexual, amenazas, violencia física, abuso verbal, mental o emocional, sabotaje social y acoso.
[1] De acuerdo con almendráris (2002), ha sido una creencia socialmente aceptada que el noviazgo es la época "ideal" de una pareja, sin embargo, la realidad se muestra diferente porque las jóvenes parejas muchas veces se enfrentan a situaciones violentas,[1] Este tema ha significado un verdadero reto conceptual y metodológico, dependiendo de la perspectiva teórica o ideológica adoptada para su elucidación, prevalecerán factores diversos[2] La violencia durante el noviazgo es un grave problema que afecta en grado considerable la salud física y mental de las adolescentes.
Según la OMS "la expresión “violencia doméstica” se usa en muchos países para referirse a la violencia de pareja, pero puede abarcar también el maltrato infligido a niños y ancianos o el maltrato infligido por cualquier integrante de la familia".
Es común que en este tipo de relaciones se tienda a caer en círculos viciosos de los cuales es difícil salir, puesto que el agresor tiende a estar arrepentido del acto cometido.
Este es el motivo por el cual suele pedir disculpas, se comporta de manera cariñosa tratando de enmendar el error, alega que no volverá a pasar o que el otro lo provocó y el agresor no quería; aunque tiempo después vuelva a cometer el mismo acto violento.
Son comportamientos que se convierten en agresiones y daños, de los cuales el agresor puede o no tener conciencia.
Se enfatiza con el tiempo y cuanto más perdura mayor es el daño, produce un deterioro en la víctima que la imposibilita para defenderse.
Las conductas más frecuentes son: Cuando se fuerza a la otra persona a depender económicamente del agresor, no dejándola trabajar o por otros medios; ejercer control sobre los recursos financieros de la víctima o explotarla económicamente.
• Carencia de apoyos En los últimos años varias revisiones internacionales han recabado los datos existentes sobre métodos efectivos o prometedores para prevenir la violencia contra la mujer, incluida la de pareja, y responder a ella.
Las revisiones mencionadas compiladas en una hoja informativa: "Comprender y abordar la violencia contra las mujeres.
Sin embargo, estos estudios sugieren que dichos programas tienen poco impacto sobre el comportamiento.