Tenía su origen en el barranco formado por el arroyo de la Fuente Castellana, que lo surcaba, y como continuación del primitivo paseo del Prado Viejo de San Jerónimo y su prolongación hasta la Puerta de Atocha (en lo que en el siglo xxi constituye el paseo del Prado).
Además de la larga lista de aristócratas que tuvieron casa en este paseo, entre ellos la saga del ducado de Sesto,[2] y la no menos larga de funcionarios, militares y ministros que en aquí tuvieron oficina, pueden rescatarse del olvido algunos vecinos que nacieron, vivieron o murieron en Recoletos, como el pintor José Villegas Cordero, el médico César Juarros, el profesor Antonio Gallego Burín, o eternos paseantes de piedra como Ramón del Valle Inclán, Juan Valera o la Andrómaca que José Vilches esculpió en 1853, en Roma, y que antes estuvo en el Real Conservatorio de Música de Madrid.
[11] Como locales populares, tuvo el paseo de Recoletos en el siglo xix dos de excepción, el primer Circo Price y el circo y luego teatro del Príncipe Alfonso.
[12] El Paseo cuenta con una ancha mediana central peatonal, entre jardines, estatuas, fuentes y terrazas de establecimientos antiguos como el Café Gijón o más recientes como la Terraza Recoletos o el Café El Espejo.
[13] Entre los más importantes edificios y construcciones ornamentales que tuvo el Prado Nuevo, pueden enumerarse:[2] Entre los principales están: En este paseo peatonal se realizan los siguientes eventos: