Imperio paleobabilónico

[1]​ La I dinastía, la amorrea, terminó en el siglo XVI a. C., a causa de la invasión del Imperio hitita.

Por extensión se denomina periodo paleobabilónico a la época que comprende la I dinastía de Babilonia.

Poco después los elamitas se hicieron con Ur, que hasta entonces había sido la gran potencia local.

Estos cambios políticos propiciaron la anarquía en la región, dividida en pequeños países entre los que sobresalió Mari, primero, y Babilonia, ciudad elegida por los amorritas para centralizar su poder, después.

Los primeros días de Babilonia como Estado independiente, sin embargo, quedan supeditados a otras potencias amorritas más inicialmente fuertes, sobre todo Isin, Nippur y Larsa, que compitieron entre sí durante doscientos cincuenta años.

[3]​ Al final, con las dinastías amorritas ya asentadas, en Mesopotamia emergen tres potencias equilibradas: Alepo, Asiria y Babilonia.

[4]​ Las tribus amorritas fueron en realidad un conjunto de pueblos llamados mar.tu en sumerio y Amurru en acadio, palabras ambas que significan oeste.

Una vez abandonadas las tierras desérticas de las que provenían, se sedentarizaron muy rápidamente y atacaron a otros amorritas aún nómadas.

A comienzos del II milenio diversas tribus amorritas fundan sendas poderosas dinastías en Larsa, Isin y Uruk.

La coálición no tuvo éxito y Rim-Sin logró añadir Uruk e Isin a su dominio.

[10]​ En 1763 a. C. Hammurabí no sólo logró conquistar Larsa, sino también Ešnunna, las dos grandes potencias cercanas a Babilonia.

Esto fue tan usual como la táctica de esperar la debilidad del Estado amigo para, una vez desgastado, enviar un ejército a su conquista.

Existía también el cargo de shassukkum, cuya misión era registrar las tierras y su fruto almacenado en los graneros para los trabajadores del palacio.

Al frente de cada provincia había un gobernador (sha nakkum), encargado del orden, el ejército y la economía locales.

Así mismo, existía una suerte de cancillería que contaba con diversas oficinas para hacer llegar los correos entre el palacio real y los gobiernos provinciales.

Si esto sucedía en una familia deudora, el cabeza de familia estaba obligado, por este orden, a pagar con sus bienes inmuebles, su esposa y sus hijos, y consigo mismo, hasta completar el monto de la deuda.

Del mismo modo, extendió la figura del testamento, casi inexistente en el III milenio a. C.[21]​ Los primeros reyes babilonios, al igual que sucedió en otras ciudades-Estado amorritas, se identificaban antes con su etnia que con su ciudad, y sus títulos no les separaban demasiado de sus élites respectivas.

[25]​ La legislación sobre la herencia en la antigua Babilonia obligaba a que cada heredero recibiera una parte igual al resto.

Este sistema, durante el Renacimiento sumerio, fue una herramienta restringida a las élites de unas administraciones enormemente centralizadas.

[30]​ A finales del tercer milenio a. C. aparecieron en Mesopotamia los códices, que estipulaban castigos para determinadas ofensas y crímenes.

Entre los siglos XV y XII a. C., durante la dinastía casita, se compusieron un gran número de textos.

Sin embargo, se escribieron más en la periferia de Mesopotamia que en las ciudades bajo control babilonio.

El texto considerado clásico de la epopeya es babilonio, datado entre los siglos XIII y XII a. C., y se cree compuesto por alguien llamado Sîn-lequi-unnini, que tituló a sus once tablillas Sha nagba imuru (El que vio lo más hondo).

Algunas de las tablillas babilonias han sido clasificadas partes o predecesoras del ciclo Enuma Anu Enlil (Cuando Anu y Enlil),[45]​ una serie de obras desarrolladas plenamente a comienzos del I milenio a. C. que relacionan las profecías con la mitología sumeria.

[47]​ La época paleobabilónica sigue los modelos geométricos basados en la ortogonalidad que se desarrollaron también en Sumeria y Egipto.

Este zigurat en concreto, restaurado durante el periodo casita, se amuralló, creando una sucesión de patios o recintos fortificados concéntricos.

No obstante, hasta hoy sólo se han excavado dos grandes áreas residenciales de la época paleobabilónica, Ur y Nippur.

Cada vivienda poseía un pequeño altar, cuyas entrada muchas veces estaba flanqueada por relieves vidriados que representaban a deidades menores.

[35]​[15]​ Aparte de dar mayor o menos importancia a determinadas deidades, los pueblos amorritas no introdujeron grandes cambios en la religión.

Por su parte, los casitas introdujeron el culto a varios dioses indoarios, pero éste fue muy restringido y poco duradero.

Babilonia bajo Hammurabi.
Busto de Hammurabi, reformador de algunas de las instituciones de tradición sumeria, hábil en la diplomacia y la guerra y creador del nuevo tejido administrativo imperial.
Batallas decisivas libradas por Hammurabi.
Sello cilíndrico encontrado en Uruk , probablemente en época de Samsu-iluna .
El código de Hammurabí.
Terracota del periodo paleobabilónico ( Museo Británico ).