La ganadería (latín ganatum; «riqueza», «bienes»)[1] o pecuaria es una actividad que consiste en el manejo y explotación de animales domesticables con fines de producción, para su aprovechamiento (algunos ejemplos incluyen la industria láctea, avicultura, piscicultura y porcicultura).
Dependiendo de la especie ganadera, se pueden obtener diversos productos derivados, tales como la carne, la leche, los huevos, los cueros, la lana y la miel, entre otros.
Los ganados más importantes en número a nivel mundial son los relacionados con la ganadería bovina, la ovina y la porcina.
El estiércol acumulado en los establos, estabulados y cuadras, debió haber servido de abono para los primeros cultivos.
En primer lugar, la Medialuna Fértil (hace 10 000 años) donde se domesticó el cerdo, la cabra, el asno y la oveja.
Durante los siglos XIX y XX, con la colonización europea de América, tuvo un desarrollo intensivo, que agotaba los recursos naturales.
Otras ganaderías son las desarrolladas con destino a la industria peletera, siendo su máximo exponente la cría de visones.
La hembra es la vaca y el macho, el toro (si ha sido castrado se le llama buey).
La cría y utilización de estos animales por parte del hombre se conoce como ganadería bovina[10].
[12] Las cabras (Capra aegagrus hircus), junto con las ovejas (Ovis orientalis aries), fueron una de las primeras especies en ser domesticadas.
Existen restos de cabras en sitios arqueológicos distribuidos por todo el Creciente Fértil, lo que permite datar la domesticación de ambas entre los 6000 a 7000 años a. C. y las convierte en el primer animal para pastoreo domesticado en el mundo (Zohary, Tchernov y Kolska Horwitz, 1998, p. 130).
La cría y utilización de estos animales por parte del hombre se conoce como ganadería ovina.
China es el principal productor del mundo, con una amplia diferencia con sus escoltas, entre los que se destacan Estados Unidos, Alemania, España y Francia.
Estas aves son a menudo criadas en libertad, es decir que encuentran el alimento por sí mismas, a menor costo, en zonas donde los bovinos no pueden sobrevivir tales como aquellas infestadas con la mosca tse tse (Glossina spp.).
Avestruces, emúes, ñandúes y casuarios están en grados diversos de domesticación por su piel, su carne o para otras producciones.
Muchas especies de patos se adaptan fácilmente a la cautividad y varias especies salvajes tropicales parecen tener un buen potencial para la semi-domesticación en los países del Tercer mundo de los cuales son originarios.
Allí sus huevos son lo más importante, en tanto que hacia el norte la producción de carne toma mayor significación.
Por el contrario, los patos son por el momento de importancia menor en África, América Latina y Cercano Oriente.
[15] Enormes aves caminadoras y las más grandes existentes en nuestros días, el avestruz (Struthio camelus) es actualmente endémico solamente en África, pero en otras épocas estaba difundido hasta la península arábiga de donde desapareció hacia 1968.
La domesticación, que comenzó en Argelia hacia 1860, está en curso en Sudáfrica desde hace más de 100 años.
En Argentina, la piel del ñandú es utilizada para fabricar artículos de cuero y las plumas sirven para hacer plumeros.
En este sentido, O. c. cuniculus debería sin duda ser considerado como vuelto al estado salvaje.
La cría controlada del conejo así como su domesticación, comenzó en el siglo XVI y, probablemente, fue principalmente debido a la obra de los monjes.
Las ventajas económicas y ambientales de la utilización del elefante en la explotación forestal son numerosas.
La ganadería extensiva es aquella que aprovecha eficientemente los recursos naturales del territorio, con una baja utilización de insumos externos y principalmente mediante pastoreo.
En todo caso, tanto la ganadería extensiva como la intensiva tienen impactos sobre el medio ambiente y el cambio climático.
Los animales también contribuyen a la lucha contra los incendios, ya que tienen como alimentos materiales muy combustibles.
Típicamente, este producción intensiva está basada en sistemas de grandes baterías, donde las gallinas se hallan confinadas en un reducido espacio.
Este sistema, utilizado en casi todo el mundo, está siendo modificado en algunos países, especialmente en la Unión Europea, debido a la presión ejercida por grupos ecologistas.
Si los animales obtienen su alimento a través del pastoreo y a campo abierto, el proceso es denominado invernada, mientras que si se realiza en corrales y el alimento es balanceado, se lo llama feedlot.