Wagner dejó que Moreno creyese que Alemania cedería un submarino del Tipo IIA para misiones costeras, bajo mando alemán, al estilo de los submarinos legionarios italianos, pero esta cesión nunca llegó a producirse.
El 2 de noviembre, el OKM desarrolló un plan para enviar dos submarinos oceánicos a las costas españolas.
Sus comandantes titulares, los kapitänleutnant Ottoheinrich Junker y Ernst Sobe, respectivamente, fueron sustituidos por los más experimentados kapitänleutnant Kurt Freiwald y Harald Grosse ; Grosse ya había navegado por aguas españolas en 1931, durante las pruebas del submarino E-1, buque diseñado por NV Ingenieurskantoor voor Scheepsbouw radicada en los Países Bajos, una oficina de ingeniería naval financiada secretamente por la Reichsmarine, y construido en los astilleros españoles de Horacio Echevarrieta en Cádiz, con la intención de adquirir experiencia en nuevos diseños de submarinos y que fue ofrecido a España, pero que no fue aceptado por la armada española y acabó en la armada turca con el nombre de Gür.
[5][6] Los submarinos italianos patrullarían en sus zonas hasta el 29 de noviembre, volviendo después a sus bases.
Esto incluía a los mandos sublevados en España, por lo cual gran parte de las operaciones permanecieron ocultas.
Para ello, debían borrar todos los elementos de identificación y arriar las banderas hasta su vuelta.
Durante los días que siguieron, la confusión reinó entre los comandantes de ambos submarinos, el Konteradmiral Boehm y el OKM.
Las órdenes llegaban lentamente y las normas de operaciones variaban con frecuencia debido a los riesgos políticos.
Los submarinos sólo recibían órdenes por las noches, cuando se distanciaban veinte millas de la costa para emerger y recargar sus baterías.
La siguiente noche, Grosse inició una nueva maniobra de ataque, pero fue abortada al interponerse un destructor británico.
El comandante Grosse no dejó pasar una oportunidad tan ventajosa y ordenó el disparo de un único torpedo.
Esta maniobra no tuvo éxito, debido a las grandes diferencias estructurales entre ambos tipos de submarinos.
En 1939, sus comandantes y sus tripulaciones fueron condecorados por Adolf Hitler con la Goldenes Spanienkreuz (Cruz Española de Oro).
Durante el desarrollo de la operación, los encuentros entre los oficiales alemanes e italianos determinaron que sería la Marina Real Italiana la que se haría cargo de las operaciones submarinas en el Mediterráneo, dejando el Atlántico bajo control alemán.