[5] El primer ataque se produjo en aguas turcas cuando el mercante Armuru fue torpedeado el 19 de agosto de 1937 y en las dos semanas siguientes hubo por lo menos veinte ataques más (la propaganda fascista lo achacó a submarinos republicanos).
Gran Bretaña sabía que los ataques habían sido obra de submarinos italianos, aunque Italia lo negaba, porque había descifrado los mensajes intercambiados entre ellos pero no lo podía hacer público porque se delataría que conocía la clave utilizada por la marina italiana.
Al mismo tiempo en la ciudad suiza de Nyon se celebró una conferencia internacional para tratar el tema a la que Italia y Alemania rehusaron asistir y a la que sí acudió la Unión Soviética que había acusado a Italia directamente del torpedeamiento de dos de sus mercantes.
Finalmente la flota italiana también participó en la patrulla de las rutas gracias a un acuerdo posterior con Gran Bretaña aunque Italia nunca reconoció que los submarinos “fantasmas” eran suyos.
[6] Los acuerdos de la conferencia supusieron un serio revés para el bloqueo que pretendían imponer los "nacionales" sobre el tráfico que se dirigía a los puertos republicanos del Mediterráneo (los submarinos ya no podrían navegar sumergidos), por lo que ahora la estrategia se centraría en el apresamiento o torpedeamiento de barcos en las aguas jurisdiccionales y en los bombardeos de la aviación italiana y alemana (que volaban con insignias de la aviación "nacional") desde sus bases en Mallorca.