[2]: 945–5 El autor del libro que contiene este capítulo es anónimo, sin embargo la primitiva tradición cristiana generalmente acepta que Lucas el Evangelista compuso este Evangelio así como los Hechos de los Apóstoles.[5] Jesús recibió un informe de que Poncio Pilato, que fue descrito por Filón de Alejandría como cruel, corrupto e innecesariamente violento,[6] había matado a unos galileos mientras adoraban a Dios ofreciendo sacrificios según la ley religiosa judía.Todo lo que sucede es un signo del Señor y una oportunidad para regresar a Dios:[12][15] La higuera era un símbolo común para Israel, y también puede tener ese significado aquí,[14] o el árbol de la parábola puede referirse a los líderes religiosos.[15] En cualquier caso, la parábola refleja que Jesús ofrece a sus oyentes una última oportunidad para el arrepentimiento.[15] "Estos tres años" se refiere lógicamente al período del ministerio de Jesús.[15] La parábola complementa el último versículo del pasaje anterior, subrayando la urgencia de la conversión para evitar la perdición eterna.En los otros dos evangelios sinópticos, la higuera sin frutos representa el Templo, que aparentaba ser productivo pero en realidad era estéril.Esta parábola es tanto una advertencia para aquellos contemporáneos como para la actualidad: Dios no desea la muerte del pecador, sino su conversión y vida.Sin embargo, se requieren acciones que demuestren la autenticidad de dicha conversión.Según el relato de Lucas, Jesús estaba enseñando en una sinagoga el día de reposo, cuando observó a una mujer que llevaba dieciocho años tullida "por un espíritu", y la curó con las palabras "Has quedado libre".[28] Dos parábolas nos enseñan a no juzgar la grandeza del Reino de Dios según nuestros limitados criterios humanos: el Reino es como una pequeña semilla, pero posee una energía que se desplegará de manera extraordinaria.Esta es la fuerza del Reino: su capacidad de transformar completamente todo lo que toca, sin importar su tamaño o poder.Esto fue algo que los primeros cristianos pudieron constatar:[28] Afirmaba con orgullo Tertuliano en el siglo II[2]: 946 Se le pregunta si sólo hay unos pocos que son (o serán) salvados, una cuestión "peculiar de Lucas",[34] aunque la respuesta, que la puerta es estrecha, y "muchos, os digo, tratarán de entrar y no podrán",[35] también se registra en Mateo 7:13.Lo que realmente cuenta en el juicio divino son los frutos de nuestra respuesta a la gracia.Estos episodios son muy esclarecedores sobre el sentido que Jesús atribuyó a su vida.En el versículo 31 se puede observar, como en otros pasajes, que Jesús mantenía una relación frecuente con los fariseos.