El judaísmo rabínico o rabinismo (en hebreo: יהדות רבנית, romanizado: Yahadut Rabanit) ha sido la forma principal del judaísmo desde el siglo VI, como resultado de la codificación del Talmud de Babilonia.
Si bien inicialmente estaba prohibido escribir la Torá oral, tras la destrucción del Segundo Templo se decidió que se escribiera en la forma del Talmud y otros textos rabínicos, de forma que pudiera preservarse.
Este movimiento rabínico transformó al judaísmo en una religión profundamente bíblica, pero además enfatizó la teología de la Torá Dual.
[2] Todas las leyes descritas en la Torá escrita son consideradas solo como parte de una narrativa que describe cómo Dios impartió estas leyes al profeta Moisés, y le mandó transmitirlas al resto de la nación judía.
El Talmud contiene discusiones y opiniones sobre muchas leyes orales, que se creen fueron originalmente transmitidas a Moisés.
[1] Tras la rebelión de Bar Kojbá (132-135 d. C.), la vida judía y el movimiento rabínico centrado ahora en Yavne se vieron en la necesidad de renovarse, ahora en Galilea, en tanto muchas comunidades judías en Judea habían sido destruidas durante la guerra con los romanos.
Hasta la ilustración judía, que se originó hacia finales del siglo XVIII, y las subsecuentes divisiones de los judíos asquenazim en diversos grupos religiosos o denominaciones, especialmente en Norteamérica y el mundo anglosajón, la Halajá contaba con un estatus universal de instrucción religiosa.