Literatura de Venezuela

También se consolida el género novelístico con autores como Rómulo Gallegos, Teresa de la Parra y Manuel Díaz Rodríguez.

Durante todo el siglo XX también surgieron grupos literarios como Sardio, El Techo de la Ballena, Viernes, Tabla Redonda o Tráfico e importantes figuras como Miguel Otero Silva, Guillermo Meneses, Antonia Palacios, José Balza, Eugenio Montejo, Adriano Gonzalez León, Ramón Palomares, Vicente Gerbasi, Victoria de Stefano, Elisa Lerner, Hanni Ossott, Miyó Vestrini, Rafael Cadenas (Premio Cervantes), Igor Barreto, Luis Barrera Linares, Ana Teresa Torres o Yolanda Pantin.

Destacan en el siglo XVI los llamados «poetas de Cubagua», quienes no necesariamente habiendo habitado la isla, la tuvieron como tema en su escritura.

En 1799, el cordobés Antonio Caulín Aguazil publica la Historia corográfica, que trata sobre las provincias de Cumaná, Guayana y vertientes del río Orinoco.

Su técnica lexicográfica, se expresa en las numerosas anotaciones donde brinda ayuda para poder interpretar la obra, producto de una profunda investigación y meditación.

A partir del siglo XX surgirán los primeros clásicos venezolanos: Teresa de la Parra, Rómulo Gallegos, Arturo Uslar Pietri, José Antonio Ramos Sucre, Miguel Otero Silva.

También surgirán las primeras vanguardias y luego los grupos literarios como Sardio, El Techo de la Ballena, Viernes, Tabla Redonda o Tráfico.

Las primeras novelas venezolanas siguen los postulados de las corrientes literarias que para la época prevalecían en el ámbito mundial.

De igual manera ocurre con Miguel Otero Silva, quien tras una ardua labor periodística en Venezuela, se dedica a la creación literaria.

Otros autores a tener en cuenta serían Antonia Palacios, Pedro Berroeta, Mario Briceño Iragorry, con su única novela Los Ribera (1957), Elisa Lerner, Gloria Stolk, Antonio Arraíz, Lucila Palacios o Ramón Díaz Sánchez, este último con Mene (1936), novela referida a la explotación petrolera en Venezuela, tema que sería tratado por primera vez en la novelística venezolana por Miguel Toro Ramírez con Señor Rasvel (1934).

El humor, aunque no muy abundante en la creación literaria de este momento, encuentra su máximo exponente en Renato Rodríguez, con Al sur del Ecuanil (1963).

Dentro del lirismo y la disolución, tanto argumental como estructural, que prevaleció en los años setenta el libro Cuatro crímenes, cuatro poderes escrito por el comisario de la Policía Técnica Judicial Fermín Mármol León en 1978 logra agotar tres ediciones en seis meses con un total de 50.000 ejemplares vendidos.

Venezuela tiene una importante tradición cuantística que se remonta a mediados del siglo XIX, con autores como Julio Calcaño, Juan Vicente Camacho, Nicanor Bolet Peraza, Manuel Díaz Rodríguez o Eduardo Blanco.

Muy importante para generaciones posteriores es su cuento Arco Secreto, en el que la anécdota está tejida por un discurso de resonancias contemporáneas.

Como William Faulkner, escribió muy específicamente sobre una región geográfica, la Cuenca del Unare, a la que conformó según sus recuerdos, nombrando la fauna y la flora con las palabras regionales.

Milagros Mata Gil, quien ha estudiado a fondo su obra, lo considera «un demiurgo» de la Cuenca del Unare, cuyo eje es Clarines.

Entre los cuentistas de la actualidad se destacan: Silda Cordoliani, Ricardo Azuaje, Antonio López Ortega, Ángel Gustavo Infante, Juan Carlos Méndez Guédez, Rubi Guerra, Israel Centeno, Juan Carlos Chirinos, Luis Felipe Castillo, Rafael Rattia Milagros Socorro, Slavko Zupcic, Roberto Echeto, Rodrigo Blanco Calderón, Fedosy Santaella, José Urriola, Mario Morenza, Salvador Fleján, Luis Laya, Enza García Arreaza, Jacobo Villalobos, Olga C. Morett, Hensli Rahn Solórzano, Rodrigo Blanco Calderón, y Jesús Miguel Soto.

Juan Liscano, Elisa Lerner, Rafael Cadenas, Tulio Febres-Cordero, Hanni Ossott, Aquiles Nazoa, Guillermo Sucre, Rafael Castillo Zapata, Isaac Pardo, Ludovico Silva, Rafael Caldera, Teodoro Petkoff, Luis Castro Leiva, Lubio Cardozo, Carlos Rangel, Gustavo Guerrero, Orlando Araujo, Juan Carlos Chirinos, Ana Teresa Torres, Elías Pino Iturrieta, Karina Sainz Borgo o Alfredo Toro Hardy, entre otros, han producido ensayos de gran valor.

Estos movimientos literarios de origen europeo, al igual que el parnasianismo, tuvieron gran repercusión en los primeros poetas venezolanos.

Andrés Bello escribió sus famosas silvas entre 1823 y 1826 en un estilo emparentado con el movimiento neoclásico que dictaba las pautas en la literatura de esos días.

En ese período, el romanticismo era acogido por otros poetas venezolanos, como Fermín Toro y Juan Vicente González.

Los poetas de esta generación se caracterizan por reaccionar contra el modernismo retornando a las formas y temas del romanticismo.

Entre los integrantes hay que mencionar al historiador Manuel Caballero, el escritor Oswaldo Barreto, los poetas Arnaldo Acosta Bello, Jesús Enrique Guédez, Ángel Eduardo Acevedo, Darío Lancini, Pepe Barroeta.

La pandilla de Lautrémont conformada como grupo abierto termina derivando en la mítica La República del Este, cuyo eterno presidente que resistió todos los golpes a su estado fue Caupolicán Ovalles.

En los años ochenta, los grupos Tráfico y Guaire conducen a la lírica nacional por nuevos senderos, una vez agotados los códigos literarios de las décadas anteriores.

En el interior de Venezuela existe una gran vitalidad en las últimas décadas del siglo XX en la poesía venezolana contemporánea con nombres como Ana Enriqueta Terán, Miyó Vestrini, Aquiles Nazoa, Lucila Velásquez, Efraín Hurtado, Pálmenes Yarza, Jean Aristeguieta, Yolanda Pantin, José Antonio Yepes Azparren que generalmente son figuras emblemáticas de sus regiones con gran influencia sobre los creadores locales.

Entre los poetas contemporáneos más influyentes de actualidad se cuentan a: Armando Rojas Guardia, Elizabeth Schön, Jacqueline Goldberg, Esdras Parra, Elisa Lerner, Ida Gramcko, Juan Sánchez Peláez, Luis García Morales, Gustavo Pereira, Víctor Valera Mora, Gustavo Pereira, Luis Alberto Crespo, Jesús Trejo, Hanni Ossott, Carlos Ildemar Pérez, Gina Saraceni, Ígor Barreto, Enza García Arreaza, Alfredo Chacón, Oriette D'Angelo, Antonio Robles, Miguel James, Luz Marina Almarza, Simón Petit, Carmen Verde, Freddy Ñáñez, Jesús Montoya, María Alejandra Rendón, Víctor Manuel Pinto, José Javier Sánchez, Bolívar Pérez, Enrique Moya, Diana Lichy, Patricia Guzmán, Adalber Salas Hernández, Alejandro Castro y Luis Perozo Cervantes.

Dentro del género poético haiku resalta Wafi Salih[68]​haijin y docente venezolana de ascendencia libanesa homenajeada por la FILVEN.

En el camino se encontrarán ballenas cósmicas, y a personajes como Doña Bárbara o María Lionza.

[72]​Por otro lado, Night Hunters, escrita junto con Dave Baker, es una obra distópica y cyberpunk que tiene lugar en una Caracas del futuro.

Historia de la Conquista de Venezuela por José de Oviedo y Baños es una de las obras de referencia más importantes sobre la conquista de Venezuela, pese a sus lagunas y a haber sido escrita a más de un siglo de los hechos narrados.
Francisco de Miranda , según Arturo Michelena . Los manuscritos de Miranda se encuentran compilados en la colección Colombeia , protegida por el Programa Memoria del Mundo de la UNESCO .
Andrés Bello , autor de Gramática de la lengua castellana destinada al uso de los americanos.
Rafael María Baralt , primer hispanoamericano en la Real Academia Española .
Fermín Toro publicó en 1842 Los mártires , considerada la primera novela venezolana
Monumento a Doña Bárbara , personaje principal de la novela homónima del escritor y político Rómulo Gallegos , considerado el más universal de los narradores venezolanos.
Adriano González León en los años 50. Gónzales León resultó ganador del Premio Biblioteca Breve en 1968.
Carlos Noguera, autor de la novela Historias de la calle Lincoln (1971).
José Balza , narrador y ensayista. Premio Nacional de Literatura 1991.
Alberto Barrera Tyszka resultó ganador del Premio Herralde 2006 por su novela La enfermedad y del Premio Tusquets de Novela de 2015 por Patria o muerte .
Gustavo Valle , ganó la III Bienal Adriano González León (2008) y el Premio de la Crítica (2009) con Bajo tierra .
Eduardo Liendo durante la presentación de su libro En torno al oficio de escritor . Librería El Buscón, Caracas
Francisco Massiani , Premio Nacional de Literatura.
«El llanero domador». Dibujo de Celestino Martínez, litografiado por Celestino y Jerónimo Martínez aparecido en la portada del primer número de El Cojo Ilustrado
José Ramón Medina durante el III Congreso de Escritores Latinoamericanos, celebrado en Venezuela (1970).
Ana Enriqueta Terán ( Valera , 1918-2017) última poeta sobreviviente de la Generación del 18.
Space Riders , de Alexis Ziritt.
Algunas ilustraciones de La civilización en Marte , novela publicada en 1959 por Arez Najú.