Premio García Lorca Premio Poetas del Mundo Latino Yolanda Pantin (Caracas, Venezuela, 10 de octubre de 1954) es una escritora venezolana que ha cultivado principalmente la poesía, aunque también ha incursionado en la literatura infantil, el teatro y el ensayo.
Pantin, a quien se la incluye en la generación literaria de 1978, fundó ese año el grupo Rastros.
[8] Para Raquel Abden van Dalen, "la infancia buscada vuelve al presente para tomar corporalidad como casa y como animal, como lo seguro y lo desconocido, revelando el funcionamiento primario de esa arquitectura que nos atrevemos a llamar hogar.
Aquí lo geológico y lo humano se engarzan en la figura del árbol genealógico que recorre las capas ancestrales de la familia".
[8] En 1981 abandonó Calicanto y fundó, junto con otros poetas como Armando Rojas Guardia, Rafael Castillo Zapata e Ígor Barreto, el grupo Tráfico, que rompe y cuestiona los enfoques poéticos nocturnos que prevalecían en la Venezuela de esa época.
Publicaron un manifiesto literario, atribuido a Rojas Guardia,[9]que criticaba los cánones poéticos que ellos consideraban caducos, el cual tuvo una amplia repercusión y promovió la renovación estética.
[10] Sobre Tráfico, dice Pantin: "Éramos jóvenes entonces y necesitábamos reunirnos para compartir una pasión, una necesidad, un profundo compromiso de vida.
"[6] El distanciamiento de los miembros del grupo Tráfico con Antonia Palacios y el taller Calicanto no fue agradable.
[4] Sin embargo, para Antonio López Ortega, el grupo "Tráfico pudo haberse conformado a partir de una discusión abierta sobre poesía y ética en el «nuevo espacio intelectual venezolano» que se desarrolló desde las páginas del diario El Nacional y de la revista Zona Franca".
También se desempeñará como periodista cultural del semanario Número y como coeditora de Qué Pasa.
En la década de los 2000 publica dos poemarios que serán fundamentales en la literatura venezolana: El hueso pélvico (2002) y País (2007).
La imagen de la pelvis, su "característica más notable", permanece en su mente y continúa dirigiéndose directamente a la estatua.
[17] En País, en cambio, Pantin vuelve a sus orígenes ya tratados en Casa o lobo y en La épica del padre, en busca de sus "fantasmas coloniales".
Aficionada a la fotografía, mostró públicamente esta faceta de su variada obra en la exposición Dedicatorias celebrada en la Fundación La Poeteca en 2019; allí se pudo ver una selección de imágenes que sacó en 2008 mientras hacía la ruta transiberiana (9.288 kilómetros desde Moscú a Vladivostok).
La portada es el dibujo de un hueso pélvico femenino, donde se ven las superficies articulares, la cresta ilíaca, los orificios sacros, el promontorio sacro, la espina isquiática, el acetábulo, el orificio obturador, el coxis y el hueso púbico.
[26]Las autoras viajaron entre 2002 y 2012 por Polonia, Lituania, Letonia, Finlandia (no habiendo podido entrar a Estonia por un problema de visado, debieron quedarse en Helsinki), Rusia, Bielorrusia, Ucrania, Moldavia, Rumania y Uzbekistán.