En Fantoches podemos observar una serie de personajes fantásticos como Pinocho, así como fantasmas, animales que hablan y situaciones absurdas.
No sería si no hasta el año 1953 que se podrían observar modestos esfuerzos de los ilustradores criollos para entrar en la palestra pública nuevamente a través de la herramienta que mejor les prestaba hasta ese momento: la sátira política.El Gallo Pelón podría ser considerado formalmente el primer cómic venezolano presentando en formato “digest”, el cual es uno de los dos formatos que era conocido ya para estos años en Norteamérica.
Artistas que adquirieron un portal para sus expresiones artísticas a través de sus páginas fueron Carlos Cruz-Diez con “Zamurito”, Jacobo Borges con "Rufi Sonrisa", Humberto Muñoz con "El Poli Policarpio" y "Bicho Bruto", Luis Britto García con "El Profesor Venezolanito" y la "Historia Inconstitucional de Venezuela".
A principios del siglo XXI aparecería Venezuela en Cómics en el año 2003, un título de antología con un corte más convencional.
Ya en estas fechas, la oferta del cómic venezolano sigue siendo escasa, pero muy diversa en contenido, separándose ampliamente de sus hermanas en Norteamérica.
En el camino se encontrarán ballenas cósmicas, y a personajes como Doña Bárbara o María Lionza.
[5]Por otro lado, Night Hunters, escrita junto con Dave Baker, es una obra distópica y cyberpunk que tiene lugar en una Caracas del futuro.