Filosofía en Venezuela

Lo que a provocado el estudio de un supuesto pensamiento filosófico en los pueblos indígenas y los esclavos africanos.

[1]​[8]​ Entre finales del siglo XIX y comienzos del XX se impone el positivismo en el que intelectuales buscan adaptar métodos científicos en sus análisis, aunque algunos llegaron a utilizarlos para justificar regímenes dictatoriales y políticas de discriminación racial, dentro de esta corriente destacaría Laureano Vallenilla Lanz.

[1]​[8]​ A mediados del siglo XX, con la llegada de la democracia, comienzan a desarrollarse diversas facultades e institutos dedicados al estudio filosófico, llegando a difundirse una diversidad de corrientes como la fenomenología, el existencialismo y el marxismo, en la que resaltarían los filósofos José Manuel Briceño Guerrero, Ernesto Mayz Vallenilla, Ludovico Silva, Juan Nuño entre otros.

[4]​[5]​[13]​[14]​ Según autores, estos pensamientos giran en torno a una relación de respeto entre humanos y naturaleza.

[6]​[16]​[17]​ Estos pueblos tenían un conjunto de similitudes culturales y según algunos autores poseían una filosofía propia denominada Muntu, aunque dependiendo del grupo étnico podría tener una denominación y características distintas, como por ejemplo el Ubuntu.

[1]​[8]​ Entre los escotistas, inspirados por Juan Duns Scoto, se encontraba el franciscano chileno Alonso Briceño, quien arribo a Venezuela en 1660.

En sus obras trató temas metafísicos como la diferencia entre esencia y existencia, el principio de individuación, materia, entre otros.

Estos desarrollaron doctrinas éticas, políticas y educativas influenciadas principalmente por la Ilustración, en donde se buscaba superar al despotismo.

Tomando influencias del liberalismo, pensaba que la virtud se debía expresar tanto en ámbito privado como en el público.

Aunque Bolívar fue principalmente un caudillo, algunos autores opinan que también puede ser considerado como un intelectual y filósofo.

[31]​[33]​ Algunos de sus críticos lo acusaron de querer instaurar una dictadura y monarquía debido a que en varias ocasiones presentó propuestas en donde se establecía un presidente vitalicio con derecho a sucesión y un senado hereditario.

[32]​[33]​[34]​ También mostró su apoyo a los sistemas hereditarios de gobiernos evitando las elecciones que producían, según Bolívar, anarquía.

[32]​[34]​ Para esto se justificó en que los nacientes estados llenos de conflictos e ignorancia no estaban aptos para escoger a sus gobernantes necesitando de estados militaristas y paternales que subsanaran estos defectos.

También mantuvo una comunicación epistolar con Bolívar dándole consejos sobre gobierno, algo que el venezolano le agradeció.

Ernst enseñó las teorías de Lamarck y Darwin, dándole primacía a la investigación empírica.

[1]​ Autores como Juan David García Bacca, José Manuel Briceño Guerrero, Ángel Cappelletti, Alberto Rosales, Ernesto Mayz Vallenilla, Federico Riu, Luis Castro Leiva y Juan Nuño destacarían y estudiarían una diversidad de corrientes como la fenomenología, el existencialismo, la filosofía política y el marxismo influenciados por pensadores como Platón, Marx, Lukács, Heidegger, Sartre, Kant, Kierkegaard, Althusser, Husserl, Hegel, entre otros.

[40]​[41]​ Otros autores positivistas, como José Gil Fortoul, Pedro Manuel Arcaya, Lisandro Alvarado, Rómulo Gallegos y Laureano Vallenilla Lanz, comienzan a repensar la política, la historia y la sociología como campos que debían ser tratados desde el punto de vista científico.

Principalmente en su obra el «Cesarismo democrático», que además fue usada para justificar la dictadura de Juan Vicente Gómez.

En el libro se concibe al pueblo y a la sociedad venezolana como anárquica debido al mestizaje, el clima y otros factores, por lo que se hace necesario un «gendarme necesario» que logre desarrollar la nación por medio del control férreo.

[29]​ Entre los principales representantes se encontraban Mariano Picón-Salas, Rómulo Gallegos, Arturo Úslar Pietri, Joaquín Gabaldón Márquez, Enrique Bernardo Núñez, Isaac Pardo y Mario Briceño Iragorry.

Ambas influenciadas por los peruanos Víctor Raúl Haya de la Torre y José Carlos Mariátegui.

[8]​[29]​ Tras la caída del perezjimenismo la mayoría de los intelectuales que le hicieron oposición comulgaban con el marxismo y esta se vuelve la corriente dominante entre los intelectuales avivada por varias polémicas a nivel académico, así como por la represión política.

[1]​[47]​Tanto García Bacca como el filósofo español Manuel Granell se encargaron de divulgar las principales corrientes europeas y estudiar autores venezolanos.

Desde una visión marxista afirmó que lo jurídico debe estar regido por la justicia reconociendo el carácter positivo de las normas.

[9]​[10]​[11]​[52]​ Aunado a esto, el declive del marxismo, el cual según algunos autores había sido casi aceptada como una doctrina religiosa entre algunos intelectuales y movimientos de bases, comienza a surgir una sensación de confusión y desorientación entre sus principales seguidores.

[62]​[63]​[64]​ Desde estos sectores religiosos se trató de imponer políticas conservadoras contrarias a la diversidad sexual y algunos derechos reproductivos.

También, según autores, estos grupos fomentaron ideas en el que la prosperidad vendría exclusivamente gracias a Dios y el esfuerzo propio, excluyendo las políticas sociales del Estado, lo que favoreció un pensamiento individualista y de reducción del Estado.

[7]​ Autoras, como la filósofa Gloria Comesaña, cuestionaron el patriarcado responsabilizándolo por la exclusión y la explotación en la sociedad.

[54]​ Otras corrientes estudiaron las preferencias sexuales diversas, pasando de considerarlas como «perversidades» a diferencias que deben ser respetadas.

[65]​De acuerdo autores, en al ámbito venezolano se caracteriza por ser una sociedad conservadora desde donde existe una relativa tolerancia privada más no pública hacia las conductas sexuales no heterosexuales, aunque esta es cada vez más cuestionada ante la construcción de las identidades sexuales.

Chamán indígena venezolano
Simón Rodríguez
Andrés Bello
Simón Bolívar
Laureano Vallenilla Lanz
Ludovico Silva
José Manuel Briceño Guerrero