El grupo posteriormente exigiría la implementación de sus propuestas, demandaría la renuncia o destitución de Carlos Andrés y criticaría a otras instituciones del Estado, incluyendo a la Corte Suprema de Justicia y el sistema judicial venezolano, el Consejo Supremo Electoral, el Congreso y los partidos políticos.
[2] En el grupo también suelen ser incluidos Rafael Caldera y Ramón Escovar Salom, fiscal general de Venezuela.
[cita requerida] Durante su presidencia, la animadversión personal hacia Carlos Andrés de algunos sectores de la sociedad se unió al rechazo por las medidas económicas, causando un acuerdo entre la derecha y la izquierda política en su rechazo hacia Pérez.
[4] Para 1992 el grupo había obtenido un renombre y prestigio significantes, ayudados por su trayectoria académica.
A pesar de su confidencialidad, fue ampliamente divulgado por la prensa local y causó malestar entre los mencionados en la conspiración, quienes desmintieron toda implicación.
[6] Después del primer intento de golpe, Carlos Andrés creó el Consejo Consultivo para recomendar políticas nuevas.
[10] Durante el proceso se reveló que dicho dinero había sido utilizado para ayuda internacional a la presidenta Violeta Chamorro en Nicaragua.
[11] Siendo entrevistado por el historiador venezolano Agustín Blanco Muñoz en su libro «Yo sigo acusando!
Habla CAP», Carlos Andrés Pérez responsabiliza al grupo de su destitución y declara que estuvieron motivados por una revancha por haberlos removido del poder en 1945.