Tenía como objeto manifiesto inicial el combatir la subversión y el narcotráfico pero sus críticos consideran que en realidad la DISIP existía para preservar la institucionalidad de Estado, llegando a contar con escuadrones comandos bien entrenados para contrarrestar cualquier ataque enemigo en contra de las instituciones democráticas y la nación.
La primera persona a cargo de la DISIP fue el disidente cubano Luis Posada Carriles, quien salió del cargo en 1974 por diferencias ideológicas con el gobierno de Carlos Andrés Pérez.
[2][3] La historia de los primeros años de la DISIP va paralela a la del grupo político marxista Bandera Roja, fueron doblegados algunos líderes de la guerrilla, cuyos líderes Carlos Betancourt (con el seudónimo "Gerónimo"), Eduardo Candiales Barrios y Gabriel Puerta Aponte, lugarteniente de Betancourt enfrentaron y fueron enfrentados por la organización policial desde el principio del grupo.
La DISIP llevó a cabo el primer desmantelamiento de esa agrupación entre 1972 y 1973.
[7] En 1985 la Dirección de los Servicios de Inteligencia y Prevención (DISIP), influenciada en ese entonces por Blanca Ibáñez, requisó las doscientas copias existentes en el país del libro Narcotráfico S. A. del activista estadounidense Lyndon LaRouche, durante el gobierno de Jaime Lusinchi.
Amnistía Internacional denunció que a la familia de Espinoza se le había negado información sobre su detención, y que después de que Corro y su abogado fueron a preguntar por el allanamiento, Corro fue detenido.
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos se pronunció sobre el caso en 2005.
Los tribunales terminaron dejando en libertad a los 2 funcionarios de la Disip, quienes fueron señalados como responsables.