Se inició tempranamente en las letras con el poemario Umbral (1942), obra merecedora del Premio de la Asociación Cultural Interamericana (1941).
[5][9] En 1943, teniendo apenas diecinueve años y sin haber terminado sus estudios de bachillerato, se convierte en la primera reportera de periodismo policial y cronista en el diario El Nacional, en donde comienza su carrera como periodista, oficio que ejerce durante 50 años.
[3][11] En 1948 fue enviada por el presidente Rómulo Gallegos para realizar labores diplomáticas como agregada cultural, en la Unión Soviética.
[3][7]El crítico literario Guillermo Sucre elogió su obra y la consideró como «la doncella de nuestra poesía».
[11] De acuerdo a algunos autores, su obra no ha sido suficientemente leída y estudiada en el país.
[14][15][16] Autoras como Elizabeth Schön y Elisa Lerner han mencionado la influencia que ejerció Gramcko en sus obras.