Tras la entrada en vigor en 1802 del Concordato de 1801, se restableció el culto católico en la antigua abadía, pero esta última pasó a ser iglesia parroquial y los religiosos no regresaron.
[4] Alrededor de 1051 o 1052, y pese a las advertencias del papa, Guillermo el Bastardo se había casado con Matilde de Flandes, que era su pariente en quinto grado lo que estaba prohibido por el derecho canónico.
Donó en honor del Saint-Étienne, uno de los primeros protomártires, para asegurar las necesidades del culto: Cheux, Rots, Fleury-sur-Orne, Étavaux, Ifs, Hubert-Folie, Bourguébus, Bras, Dive y Cabourg con los hombres, los molinos, las aguas, las praderas, los pastos, los bosques, las rentas y costumbres, toda la parte de Bourg-l'Abbé desde el muro del Oeste siguiendo la ruta del Vieux-Saint-Étienne a Bayeux y la de Bretteville-sur-Odon, así como todos las tierras y derechos consuetudinarios.
[7] El rey Juan ordenó continuar las obras de la abacial y del monasterio.[2].
Este hueso fue devuelto a la tumba en 1642 por el prior Jean de Baillehache, tras la restauración del coro.
La torre del cimborrio se derrumbó en 1566 y provocó la caída de las bóvedas del coro por culpa de un senescal de la abadía, Jean Laurent, conocido como Le Goullu, que hizo cortar los somieres que, al caer, sacudieron la torre, la escalera se desplomó y se llevó consigo las bóvedas del coro.
[2][7] El culto estuvo interrumpido en la iglesia abacial durante sesenta y tres años.
La iglesia debe su restauración respetando lo existente al prior claustral Jean de Baillehache, que luchó toda su vida para restaurar la iglesia y la disciplina alterada por todos esos años de agitación.
En 1663, los monjes mauristas se instalaron en la abadía y reconstruyeron los edificios del convento en estilo clásico.
Las órdenes monásticas hacía tiempo que habían perdido todo tipo de prestigio.
Tras la entrada en vigor en 1802 del Concordato de 1801, se restableció el culto católico en la antigua abadía, pero esta última pasó a ser iglesia parroquial y los religiosos no regresaron a la abadía.
[2] La planta primitiva, de la que quedan unas pocas trazas a la altura del coro, tenía dos naves laterales comportando dos crujías terminadas en un ábside en arco de círculo en el interior y en un ábside plano en el exterior.
[2] Los primeros años del siglo XII estuvieron marcados por un cambio en la técnica constructiva visible por el espesor de las juntas.
En la torre central se añadieron cuatro columnas para sostener la bóveda de la linterna.
La gran capilla situada al pie de la nave en el lado norte fue fundada en 1315 por Philippe Halbout.
Las dos flechas de la fachada fueron alcanzadas por un rayo, la del norte fue reconstruida en 1706 y nuevamente en 1806.
[cita requerida] Los tres niveles inferiores de la fachada forman un bloque cuadrado, contribuyendo al aspecto macizo del conjunto.
El segundo nivel es más ornamentado y menos denso: cinco arcadas dibujadas por medias columnas geminadas.
Las torres simétricas están cada vez más ricamente decoradas a medida que se elevan.
La nave tiene 56 metros de largo y constituye un perfecto ejemplo del estilo románico normando.
En los niveles inferior e intermedio las arcadas son de medio punto, con dobles volutas (el arco exterior es moldurado); las altas ventanas ofrecen, para dos crujías, cuatro arcadas decoradas, simétricas de dos en dos.
Al nivel de las ventanas, una galería, la «coursière», permite recorrer toda la iglesia abacial.
Las naves laterales están abovedadas con nervaduras, las tribunas están abovedadas con medio cañón, la nave está abovedada con nervaduras sexpartitas, habiendo recibido cada grupo de dos crujías una bóveda de crucería con nervaduras molduradas que caen sobre unas cortas columnillas unidas a los protectores contra salpicaduras de los pilares fuertes.
La decoración de pequeñas rosas, tréboles y cuatro hojas es típicamente normanda.
La concepción misma de los muros se adaptaría perfectamente al abovedamiento posterior.[Ba.
Los dos proyectos deben haberse inspirado en logros anteriores que, sin duda, serían muy diferentes.
Las conexiones con la iglesia se realizan, como en la mayoría de los monasterios, por el brazo sur del transepto con la escalera conduciendo desde los dormitorios al coro de los monjes para los servicios nocturnos, la sacristía conectada con los altares y luego la sala capitular dando al claustro cuya fachada norte está limitada por la iglesia y la fachada sur como en prácticamente todos los monasterios por el refectorio.
Su hijo, Guillermo el Rojo, hizo construir un monumento de mármol, rematado con un yacente.
En 1742, la tumba quedó reducido a una simple bóveda recubierta con una lápida situada en el santuario.
Los capiteles de hojas derivados del corintio están omnipresentes en la primera campaña.