La catedral alberga el santuario y diversos tesoros relacionados con Cutberto de Lindisfarne, un santo del siglo VII, que fueron llevados a Durham por monjes de Lindisfarne en el siglo IX.[10] Tras repetidos asaltos vikingos, los monjes abandonaron Lindisfarne en el 875, llevándose consigo las reliquias de San Cutberto.Cuando llegaron a ese lugar, les fue imposible seguir moviendo el ataúd de San Cutberto, lo que interpretaron como una señal de que debían construir allí el nuevo santuario.En cualquier caso, en honor a la leyenda, la calle que lleva desde The Bailey pasando por las torres orientales de la catedral hasta Palace Green se denomina todavía hoy Dun Cow Lane, es decir, «calle de la vaca marrón» debido a las vacas de color pardo (dun) en miniatura que solían pastar por los prados cercanos.El santuario fue posteriormente trasladado a otro edificio más sólido, aunque también de madera, conocido como White Church («iglesia blanca»).Esta iglesia fue reemplazada tres años en 998 más tarde por una construcción de piedra del mismo nombre, y en 1018 ya sólo faltaba por terminar la torre oeste.Durham pronto se convirtió en un centro de peregrinaje, favorecido por un culto creciente a san Cutberto.La casa del capítulo, parcialmente demolida en el siglo XVIII, fue construida entre 1133 y 1140.El edificio es notable por la bóveda de su nave principal, con arcos apuntados transversales apoyado alternativamente en columnas relativamente finas y en columnas gruesas, y con arbotantes ocultos en el triforio, sobre los pasillos.Sin embargo, en general, la catedral de Durham pertenece propiamente al estilo románico.La entrada principal a la catedral está en el lado norte, frente al castillo.En 1228 Richard le Poore vino desde Salisbury donde se estaba construyendo una nueva catedral en estilo gótico.Las torres también datan de principios del siglo XIII, pero la torre central fue destruida por un rayo y reemplazada en dos etapas en el siglo XV, siendo los maestros masones Thomas Barton y John Bell.El cuerpo del santo fue exhumado, y según los Ritos de Durham, se descubrió que estaba incorrupto.Se calcula que hasta 3.000 fueron aprisionados de los cuales 1700 murieron en la propia catedral, donde eran mantenidos en condiciones inhumanas, en gran medida sin comida, agua ni calor.Los prisioneros destruyeron gran parte de la carpintería de la catedral para hacer leña pero el Prior Castell's Clock, que representaba el ardo escocés, no sufrió este destino.Ciento cincuenta prisioneros escoceses fueron embarcados con destino a Berwick (Maine) en diciembre de 1650.[17] En 1892 el pupilo de Scott Charles Hodgson Fowler reconstruyó la sala Capitular como un memorial a Joseph Barber Lightfoot (obispo).La gran ventana occidental, representando al Árbol de Jesé, fue el regalo del deán George Waddington en 1867.En otros lugares del edificio en los años 1930 y 1940 vio el añadido de varios vitrales elaborados por Hugh Ray Easton.También ha sido utilizada en películas y actuaciones teatrales: así, en la saga de Harry Potter la catedral ha aparecido como el Colegio Hogwarts de Magia y Hechicería, aunque con una aguja añadida digitalmente a su torre para hacerla parecer más estilizada.[28] En 2016 edificios monásticos anteriores alrededor del claustro, incluyendo el dormitorio de los monjes y la cocina del prior, fueron reabiertos al público como Tesoro abierto, una amplia exposición mostrando las posesiones y la historia de la catedral.La fachada con dos torres y la maciza torre sobre el crucero exaltan la majestuosidad del edificio, mientras que el desarrollo longitudinal del flanco septentrional revela plenamente los 143 metros de longitud de la nave.El actual maestro de los coristas y organista es Daniel Cook, habiendo sucedido James Lancelot en 2017.Hay un coro estable de empleados laicos adultos, escolares corales y coristas infantiles.— Nikolaus Pevsner, The Buildings of England («Los edificios de Inglaterra»).«Sin dudarlo le di a Durham mi voto para la mejor catedral en el planeta Tierra» — Bill Bryson, Notes from a Small Island («Notas de una pequeña isla»).
Leyenda de la fundación de Durham representada en la catedral.