Las molduras normandas son esculpidas o incisas, teniendo ornamentos geométricos, como bóvedas con arco apuntado.
Las iglesias con planta cruciforme tenían frecuentemente un coro profundo y un crucero cuadrado que devino característico de la arquitectura eclesiástica inglesa.
La fuerte influencia normanda después de la invasión fue integrando progresivamente a la anterior cultura anglosajona.
El monasterio más antiguo de Inglaterra, Canterbury, se erigió en 1049 y aún no estaba terminado en 1059.
Todas las catedrales medievales inglesas, excepto Salisbury, Lichfied y Wells, tienen vestigios de arquitectura normanda.
Mientras que el arte sajón continuaba su carrera en las campiñas, los edificios normandos se limitaron a unos pocos sitios estratégicos.
Su riqueza permitía experimentos, la fuerza laboral inglesa se adaptaba bien a sus gustos y necesidades e incluso interpretaban sus deseos con cierta autonomía.
Esta estética dio como resultado al cabo de una o dos generaciones, la desaparición del coro románico normando.
Ernulfo, prior de Canterbury desde 1093, destruyó la cabecera construida por Lanfranc para reemplazarla por un edificio más rico.
En la siguiente generación, con el nuevo arzobispo san Anselmo, se reconstruyó toda la parte oriental, prolongada con un deambulatorio y tres capillas radiantes.
Una capilla del siglo IV marcaba ese lugar y en 793 se fundó allí una abadía.
Lanfranc financió en parte los trabajos que se fueron realizados con los ladrillos recuperados de las antiguas ruinas romanas.
Bajo Peter of Aigueblanche (obispo 1240-1268), uno de los favoritos extranjeros de Enrique III, se inició la reconstrucción del transepto norte, que se completó más tarde en el mismo siglo por Swinfield, quien también construyó los naves laterales y el transepto este.
La catedral de Chichester fue llevada a cabo por el tercer obispo Luffa Raoul, tal vez un lotaringio o un alemán, desde 1093.
Los trabajos continuaron a lo largo del siglo XII, en especial bajo el obispo Siffroy llegado de Sées, en Normandía.
El absidiolo axial fue reemplazado por una primera gran capilla a mediados del siglo XIII, y luego en 1430.
En 956, el rey Edwy cedió tierras en Southwell a Oskytel, arzobispo de York, sobre las que se estableció una iglesia minster.
Además, se le añadió un pórtico colosal con tres enormes arcos apuntados confinados por pequeñas torres laterales.
Sobre la antigua base anglosajona probablemente entre los años 1130-1140, fue construida una abadía de piedra, sustancialmente nueva y diseñada principalmente como un convento.
Pero las revueltas de 1069-1070, que pusieron en peligro la corona del rey, le quitaron toda confianza en el personal sajón.
El carácter residencial se expresa en la aparición de las capillas, en las pequeñas esculturas y en las ventanas.
Su carácter distintivo estuvo determinado por sus conexiones más vagas con la Antigüedad que las habidas en otras áreas continentales.
En todos los casos, los escultores tenían poca preocupación por establecer un acuerdo entre sus producciones y el marco arquitectónico.
Se introducen motivos continentales como aquellos en bajo relieve que dibujan estrellas, rombos y formas angulares.
Los artistas normandos, influenciados por Inglaterra, se plegaron a los modelos proporcionados por las iluminaciones incluso cuando imitaban obras ajenas al campo anglonormando.
Los medallones de esta escuela del Yorkshire fueron tratados con gran cuidado con figuras grotescas, cabezas y rosetones.
El arte del metal De una producción que sin duda fue importante, queda poco.
Para que los copistas ingleses pudiesen copiar los textos esenciales, debían ser importados del continente.
[37] En el medio siglo siguiente a la conquista, Inglaterra y Normandía formaron una era cultural común.
El Evangelio de Mostyn (Morgan Library, M777),[40] ejecutado quizás en Gloucester alrededor de 1120, reproduce así a los evangelistas sentados sobre sus símbolos mezclando a la vez un modelo insular adaptándolo al estilo carolingio, pero sin referirse al nuevo estilo románico en progreso en el continente.