Alrededor de cincuenta años después, la mayor parte del edificio fue destruida por un incendio.
El obispo Alejandro reconstruyó y expandió la catedral, pero sería destruida por un terremoto unos cuarenta años más tarde, en 1185.
La reconstrucción comenzó en el extremo oriental del templo, con un ábside y cinco capillas pequeñas de forma redonda.
Después de la adición del ojo del deán y otras añadiduras góticas mayores, se cree que hubo algunos errores en el soporte de la torre principal, porque entre 1237 y 1239 esta estructura colapsó.
Entre 1307 y 1311 la torre central fue elevada hasta su altura actual de 83 metros.
En 1290 falleció Leonor de Castilla y su marido, el rey Eduardo I decidió honrar su memoria con un fastuoso funeral.