[1] Otra versión de la historia dice que cabalgó hasta el palacio de Balduino en Lille, encontró a Matilde en su cuarto, la derribó y golpeó en el suelo.
[4] Según Agnes Strickland, que se basa en la Crónica de Tewkesbury, la primera negativa de Matilde se habría debido a que estaba enamorada del embajador inglés en Flandes, un sajón llamado Brihtrico, quien sin embargo no le correspondió.
Matilde fundó entonces la abadía de las Damas, cuya iglesia se consagró a la Santísima Trinidad.
[7] Parece haber sido una patrona generosa de las artes, que proporcionó gran estímulo a los hombres de saber y cooperó con su marido en promover y ampliar el comercio.
[1] Asimismo fue una partidaria entusiasta de la reforma gregoriana que en Normandía impulsó Lanfranco.
Guillermo le confió el gobierno de Normandía durante su ausencia, y se dice que Matilde gobernó con éxito el ducado en nombre de su joven hijo Roberto, que entonces tenía unos 14 años.
En primer lugar, los santos que debían interceder por la reina no fueron mujeres (como se acostumbraba), sino cuatro apóstoles.
[4] La reina estableció como heredad del recién nacido todas las tierras que poseía en Inglaterra y Normandía.
El Domesday Book muestra que el Conquistador otorgó a Matilde las propiedades de Avening, Tewkesbury, Fairford, Thornbury, Whitenhurst y otras varias en Gloucestershire, posesiones «que pertenecieron a Brihtrico, hijo de Algar».
[12] Debía recorrer el ducado para supervisar las haciendas, celebrar cortes y dictar sentencias.