Además, el rígido protocolo de la corte impedía el contacto directo de los príncipes con los reyes —ni comían juntos, ni asistían a actos oficiales con sus padres—, así que Luis y Fernando se comunicaban con su padre —y con su madrastra— a través de cartas escritas en francés, que era la lengua que utilizaba la familia.
[4] Lo que cambió definitivamente el destino del infante Fernando fueron los acontecimientos ocurridos en 1724, durante los cuales estuvo cerca de convertirse en rey a los diez años de edad.
No podrían recibir a otros embajadores que los de Francia y Portugal.
[10] Cuando llegó al trono, España se encontraba inmersa en la guerra de sucesión austriaca, que terminó al poco tiempo (Paz de Aquisgrán, 1748) sin ningún beneficio para España.
La pugna entre ambos terminó en 1754 al morir Carvajal y caer Ensenada, pasando Ricardo Wall a ser el nuevo hombre fuerte de la monarquía.
Para ello era necesario mantener una posición de fuerza en el exterior para que Francia y Gran Bretaña considerasen a España como aliada, sin que ello supusiera una renuncia de Gibraltar.
A cambio, España cedió a Portugal dos zonas en la frontera brasileña, una en la Amazonia y la otra en el sur, en la que se encontraban siete de las treinta reducciones guaraníes de los jesuitas, luego llamadas Misiones Orientales o Siete Pueblos.
Tras la firma del "concordato de 1737" se puso en marcha la negociación prevista en su artículo 23 «para terminar amigablemente la controversia sobre el Patronato».
De esta forma se alcanzó, según Mestre y Pérez García, "el mayor triunfo del regalismo español.
Aunque al principio pareció mejorar, pronto volvieron los dolores y la fatiga.
Su cadáver fue llevado al Convento de las Salesas Reales en Madrid, que había sido fundado por ella, y provisionalmente guardado bajo la cripta.
Se pensó que sería un buen lugar porque allí nada le recordaría a la reina y podría distraerse con su afición favorita, la caza.
Cada día estaba más delgado y pálido, lo que se unía a la dejadez en su aseo personal.
Existe otra corriente de opinión que enfoca la enfermedad como un trastorno neurológico, en el contexto de una demencia "orgánica" con un síndrome clínico que responde a un déficit rápidamente progresivo del lóbulo frontal derecho.
Su cadáver fue trasladado al Convento de las Salesas Reales y, al igual que se había hecho con los restos de su esposa, los suyos fueron guardados en un sepulcro provisional debajo del coro.