[9] La primera opción fue citada a finales del siglo IX por el emperador bizantino León VI en su Nueva Constitución 98, en la que prohíbe el matrimonio de eunucos, describiéndolos como fieles guardianes del lecho matrimonial y citaba la palabra eunuco para este tipo de tarea.
[20] Aunque esta práctica estaba muy extendida en la Antigua Grecia y Roma, su posición en las cortes reales no comenzó a aparecer hasta el Imperio bizantino.
Los eunucos alcanzaron su máximo apogeo a finales de la Edad Media, especialmente durante la dinastía Ming.
Pese a ser servidores en distintos cargos, fueron aumentando su importancia y adquiriendo algunas ventajas (como holgura económica).
Entonces acontecía lo más difícil, el nuevo eunuco debía estar andando despacio sin mayor descanso, y no consumir nada de líquidos por unos días.
Al cabo del tiempo, se le retiraba la varilla de metal antes colocada en el orificio uretral, si conseguía orinar, entonces la operación había sido un éxito y ya podía empezar a gestionar un empleo para servir en la Corte del Emperador.
En caso contrario, el conducto se había cerrado y una atroz agonía esperaba al nuevo eunuco antes de su lenta muerte.
Los despojos genitales a veces eran reclamados por quien fuera su propietario, en cuyo caso el barbero se los entregaba.
Aún hoy existen en la India (conocidos como hijras), y hasta hace poco existían los skoptsy en Rusia (incluso sobrevivieron hasta mediados del régimen soviético); también los hubo en el barroco europeo, utilizados para el canto y llamados castrati (en italiano, literalmente, 'castrados').
Históricamente, el convertido en eunuco cambia así a una nueva condición de género social.
Por ello, en la historia de la humanidad —aunque en un porcentaje ínfimo— son numerosos los hombres que han perdido accidentalmente sus genitales.
Posibilidad física real que, si se concreta, es muy probablemente la experiencia más traumática en la vida de un hombre.
[cita requerida] Enfermedades, accidentes o agresiones, para cualquier macho mamífero representa la peligrosa posibilidad de una castración que los convertiría en eunucos.