Libro de buen amor

En el transcurso del argumento principal, se intercalan fábulas y apólogos que constituyen una colección de exempla.

También se recogen composiciones líricas profanas (serranillas, muchas veces paródicas, derivadas de las pastorelas) al lado de otras religiosas, como himnos y gozos a la Virgen o a Cristo.

[1]​ Del Libro de buen amor existen tres manuscritos, ninguno completo, cuyas divergencias hicieron pensar a Ramón Menéndez Pidal que podían responder a dos redacciones distintas hechas por el autor en diversos momentos de su vida: El título con que hoy se conoce la obra fue propuesto por Menéndez Pidal en 1898, basándose en distintos pasajes del propio libro, especialmente el de la cuaderna 933b, cuyo primer hemistiquio reza «'Buen Amor' dixe al libro».

Menéndez Pelayo fue el primero en señalar el carácter goliardesco de la obra, si bien negó que hubiese ningún ataque contra los dogmas o insurrección contra la autoridad, como otros vieron después, actitud que es precisamente un rasgo distintivo de la poesía goliardesca.

También ha sido muy discutido entre los especialistas el posible carácter didáctico del Libro de buen amor.

Mientras autores como José Amador de los Ríos, Leo Spitzer o María Rosa Lida de Malkiel defienden el didactismo como parte inseparable de la obra, otros como Américo Castro o Sánchez Albornoz lo niegan, y consideran que Juan Ruiz fue más cínico que moralista, más hipócrita que piadoso.

Entre las varias mujeres a las que intenta enamorar (el único caso en que tiene relaciones carnales se produce cuando le asalta la serrana «La Chata», si bien las serranas salvajes eran personajes de un género literario muy tipificado) hay una mora, y se jacta de su talento como músico, que compone música para danza andalusí y judía.

María Rosa Lida de Malkiel ha querido ver la influencia del género de narrativa en prosa rimada, las maqāmat, cultivado por varios autores peninsulares en árabe y hebreo durante los siglos XII-XIV.

En vez del joven inaguantable (Don Hurón), se puede escoger lo que el texto a continuación presenta: la "dueña chica".

Además, aparecen en el libro un tratado de la confesión, catecismos y oraciones e himnos devotos.

Por otro lado, el tema fundamental del amor está basado en la literatura pseudo-ovidiana medieval que, en forma de comedias elegíacas o tratados derivados del Ars amandi y los Remedia amoris, circulaban por toda Europa.

Así, aunque algún exemplum provenga de la cuentística árabe, estos habían sido casi en su totalidad traducidos al latín o a las lenguas romances peninsulares en el siglo XIII.

Por otro lado, es muy improbable que Juan Ruiz leyera el árabe clásico, y, aunque aparecen términos léxicos moriscos, estos se deben al árabe coloquial de las comunidades mudéjares, abundantes en Hita y en otros lugares de sus alrededores.

Incluso cabe citar una autobiografía amorosa ficticia con canciones líricas intercaladas austríaca, Frauendienst (1255), del minnesänger Ulrich von Liechtenstein.

Los gozos relataban inicialmente cinco episodios, que posteriormente la poesía latina franciscana aumenta a siete.

Por otra parte, ofrece una panorámica social muy completa de los comienzos del siglo XIV que refleja las tensiones sociales entre la naciente burguesía y los estamentos privilegiados (clero y nobleza) de la sociedad, como en la sátira "De la propiedad que el dinero ha", donde es perceptible el papel del dinero como destructor del rígido orden estamental.

El texto presenta vacilaciones, por ejemplo, entre la forma de diminutivo -illo frente a -iello; las alternancias verbales como fazía~fazié.

La recepción del Libro de buen amor ha sido estudiada por Alan Deyermond en su artículo «La difusión y recepción del Libro de buen amor desde Juan Ruiz hasta Tomás Antonio Sánchez: cronología provisional».