La sinalefa, frecuente, permite deducir que se habría compuesto en la primera mitad del siglo XIV.
La crítica filológica (Cuesta, 2012) concuerda en datar la obra en el siglo XIV o muy a finales del XIII.
Aparecen por esas fechas también sermones incentivando las cruzadas, que durante el siglo XII tuvieron una extraordinaria relevancia.
Existen variedad de opiniones con respecto a la composición del manuscrito y, además, se proporcionan pocos datos para poder dar con precisión una fecha.
El libro ha sido catalogado como una obra que contiene, a su vez, pequeñas obras de carácter doctrinal, ascético, litúrgico y moral.
Asimismo, el texto contiene notas, como, entre otras, las anotaciones escritas por un clérigo, los pecados capitales, un conjuro contra la gota o la práctica del ayuno.
Para Menéndez Peláez todos estos textos y, en definitiva, la obra entera fue escrita por la misma persona.
El poema ofrece sólo pistas muy vagas para intentar un perfil, aunque incierto, de su autor.
Podríamos agregar que tal vez fue un monje, porque desde los versos 389 al 430, abandonando la fuente, inicia la crítica a los vicios de las distintas categorías sociales.
Siguiendo con las teorías, Pompilio Tesauro adelanta la fecha hasta principios del siglo XIV basándose en cuatro pilares.
El autor se propuso, mediante la suavidad y deleite del verso, instruir catequéticamente a los destinatarios de la obra.
Poniéndolo en lengua vulgar, el anónimo clérigo medieval quiso acercar las preocupaciones del pontífice al pueblo llano.
Jaime Cuesta (2012) sugiere que el texto del LMO contiene referencias ineludibles, como las demás obras de la época, a las vicisitudes seculares.
Las cuestiones más candentes del momento podían escindirse en dos grandes bloques: La sociedad estamental está en crisis y los principios se han resquebrajado: «puede aver fi de rey e de grand emperador, / que, si non ovier riquezas, non puede aver honor; / ¡si las oviere un porquerizo, sobre todos ha valor!» (110bcd).
El problema no es tanto enriquecerse, cuanto hacerlo de forma deshonesta, quebrantando las leyes morales y divinas.
En el texto latino se encuentran numerosas figuras retóricas que son eliminadas en la versión castellana tales como asonancias, por ejemplo, "Exponam id planius\ edissera plenius" (pág.
Señala que “hay en él leonesismos indudables como direy, sey, fuey, vozi, mugeris, vidi, axidrezi “ajedrez”, lla, llos, lleña, chamar.
255 y 256), los últimos mencionados cree que se deben a haber sido copiado “en la parte leonesa de La Montaña”; se piensa que el autor tiene orígenes aragoneses y fue trasladado al dominio leonés incluyendo rasgos lingüísticos de estas zonas en su habla.
Tiene un estilo que, debido a su brusquedad y rudeza, representa la degradación del mester de clerecía.
Pese a esto, el autor suele adornar su obra con comparaciones (2d: “puso y muchas razones como flores en el campo”), diminutivos (57c: “arborciello”), elipsis (248cd: “e el que es piadoso es destruto e perdido; / el soberbio e lozano, onrado e bienvenido”), paralelismos (10bc: “esse fuese mi palaçio e mi casa e mi huerto, / esse fuese mi sepulcro, que nunca saliese a puerto”), etc. Debido a que se dirige a un público variado, utiliza para acercarse a un iletrado auditorio refranes y frases de sabor popular (37b: quando la muger ha su flor non la querades trobejar”; 50d: “¡cómprelo del carnedero quien lo quiere aberiguar!”) y anécdotas basadas en su propia experiencia (42d: “ca non vi parer muger nin el fijo le saqué”; 416bcd: 2 prometiome buen pescado e vendiomelo repriso; / mas tal provecho le fagan los míos dineros que priso / qual a mi fizo el pecado, quier cocho quier frito”).
Por añadidura, al ser un sermón, el autor podría añadir a su mensaje elementos adicionales como entonaciones, gestos y movimientos diversos.
Se encuentra con la dificultad de regularizar hemistiquios que no siguen el esquema anterior: “en pecado o en folia” (8d), “como un río molinar” (11b), “que del viento es arrebatada” (59c), “tornada es mi alegría” (218b), “morir o enfermar” (232c), etc. Pompilio Tesauro y Rodríguez Rivas admiten, sin embargo, criterios más flexibles.
Sin embargo, en combinaciones del tipo 9+8 sin sinalefa, unas veces corrige (348d: “desend[e] faz perder el alma, con dios non puede regnar”) y otras veces no (474a: “desende quando quema mas el fuego que nos usamos”).
En combinaciones del tipo 9+7 con aféresis, a veces acepta el desplazamiento de la cesura y no enmienda (124a: “dezir vos he mas adelante, scuchatme a sabor”), otras veces si lo hace (77b: «quieren catar en
Los versos que son heptasílabos debido a la aféresis (77a: «grandes maestros star») no necesitaban ser enmendados.
También pueden considerarse originales los versos que combinan dos hemistiquios de 9 sílabas, pero no pueden enmendarse por los usos mayoritarios del manuscrito.
Tesauro corrige algunas hipermetrías desplazando el acento de las formas en -ía y leyendo, así, dariá o podrián.
Tampoco el autor ofrece una regla en la pronunciación de ciertas palabras como juicio, diablo, criado, criatura, piedad, piadoso, pipión, crueldad, glorioso, vanagloria o piojo.
En el segundo se ocupa de los males morales que oscurecen aún más la condición del hombre humano.
Por otra parte, estudiosos como Ignacio Ceballos (2013) han propuesto, debido a semejanzas estilísticas, una influencia directa del romancero en la estrofa 116: El señor en este comedio por las viñas va caçari anda valles e oteros, caza non puede trovari trae cansada la bestia, los canes quieren folgar, el azor anda gritando por amor de se cebar.