Enrique Menéndez Pelayo

Fue cirujano en el hospital de San Rafael entre 1885 y 1894, aunque la literatura le atrajo más que la medicina.

Comenzó escribiendo en la prensa (El Atlántico, El Aviso, Santander-Crema, El Diario Montañés) utilizando varios seudónimos de los que "Casa-Ajena" es el más conocido.

Ciego en sus últimos años, siguió trabajando sin embargo en la biblioteca santanderina de su hermano y dejó el libro póstumo Memorias de uno a quien no sucedió nada, su autobiografía, donde sobrelleva con humor la enorme fama que llegó a alcanzar su hermano.

Sus amigos, que imprimieron este libro en 1922, le dedicaron también Sobre la tumba de Enrique Menéndez Pelayo.

Obras suyas son el Romancero de una aldeana (Santander, 1900), Cuentos y trazos (Madrid, 1905), La Golondrina, novela (1906), Cancionero de la vida quieta (1915) y Del mismo tronco, comedia (1910).