Como agradecimiento, según la tradición, el rey donó tierras cercanas al vado del Manzanares en dirección Vallecas a caballeros de dicha orden.Debido a causas inciertas (aunque es probable que fuera por la excesiva humedad de la zona o por las continuas crecidas del río Manzanares), el poblado se trasladó al emplazamiento actual de Villaverde, situado entre los arroyos Butarque y Malvecino.El concejo de Villaverde estaba gobernado por dos alcaldes, dos regidores y un sexmero.Este permanecía en el cargo un año y era elegido el día de San Blas.En aquella época el pueblo tenía 250 vecinos (sin contar mujeres ni hijos), dedicados la mayoría a la agricultura.Contaba con una iglesia (la actual iglesia de San Andrés de Villaverde), pero no poseía hospitales, conventos ni otros edificios importantes.Existían dos graneros (uno de ellos real), tres tiendas, una taberna, un mesón y una posada.Ello motivó un auge económico en la pequeña aldea, haciendo que pasara de 204 casas (la mayoría de un piso) a finales del siglo XVIII a 400 casas en 1849 (según el diccionario general de Pascual Madoz).Asimismo, favorecida por la composición arcillosa del terreno, floreció la industria de la teja, lo que convirtió a Villaverde en la mayor población productora de tejas para Madrid, y la que las proporcionaba de mejor calidad.[2][3] El distrito de Villaverde está dividido en cinco barrios: Villaverde Alto (San Andrés), San Cristóbal, Butarque, Los Rosales y Los Ángeles.Así mismo, está prevista la construcción de un nuevo instituto en Butarque.[9] Debido a la condición de lugar de paso del distrito, es atravesado históricamente por varias líneas ferroviarias, conteniendo múltiples estaciones y apeaderos.Las líneas urbanas que llegan al distrito son: En el distrito de Villaverde las líneas urbanas en todos los casos son operadas por la EMT de Madrid.
Vivienda junto a la vía férrea hacia Andalucía en la década de 1970