En Los tres mosqueteros se describe a D'Artagnan como un joven de dieciocho a veinte años, semejante a un «Don Quijote gascón»: cara larga y atezada, pómulos salientes, mandíbula prominente, ojos abiertos e inteligentes y nariz ganchuda, pero finamente diseñado, siendo demasiado grande para ser un adolescente y demasiado pequeño para ser un hombre adulto.Tras llegar a París, el joven se entrevista con el Señor de Trèville, que, pese a su desconfianza inicial, reconoce los rasgos gascones de D'Artagnan y su parentesco con su antiguo compañero, D'Artagnan padre.Sin embargo, el joven gascón no puede entrar al cuerpo de mosqueteros como él deseaba, ya que para hacerlo debía cumplir dos años de servicio público, o bien, realizar alguna proeza extraordinaria.No obstante, Trèville le consigue un puesto como cadete en la compañía de guardias del Señor Des Essarts.Llegado el momento de su duelo con Athos, quien llevó a Porthos y a Aramis como padrinos, estos son sorprendidos por los guardias del cardenal Richelieu, quienes, por los edictos de la época que prohíben los duelos, intentan arrestarlos.Luego, este parte en campaña con sus amigos al sitio de La Rochelle, donde logra la casaca de mosquetero gracias al cardenal Richelieu, ya que, junto con Athos, Porthos y Aramis, almorzó en un fuerte hugonote capturado el día anterior, donde constantemente eran atacados por el enemigo, al cual repelieron con facilidad, aun cuando ellos eran cinco (contando a Grimaud, criado de Athos) y el enemigo un número superior.De vuelta a Francia, que todavía vive problemas políticos, D'Artagnan, Porthos y Athos son hechos prisioneros; sin embargo, logran escapar, descubren el dinero acumulado por Mazarino y, junto con Aramis, raptan al cardenal.Además, la reina Ana de Austria recomienda al joven Luis XIV que tenga en cuenta a D'Artagnan como un valiente y fiel servidor.Y en El vizconde de Bragelonne, D'Artagnan, todavía al servicio del cardenal Mazarino, renuncia a su cargo en los mosqueteros y se propone ayudar en la restauración de la monarquía británica, encontrándose coincidentemente con Athos.
Estatua de D'Artagnan en
Maastricht
, ciudad donde, tanto el personaje de ficción como el
real
, perdieron la vida.