La única vez en que se le describe como gordo es en el El vizconde de Bragelonne.
Porthos es el primero en quedar en el camino, tras verse envuelto en un duelo en una taberna, siendo finalmente herido, lo cual, por su orgullo, trató siempre de disimular.
La mujer subsidia al mosquetero en varios de sus gastos, incluso en el equipo que Porthos debe llevar para la campaña rumbo a La Rochelle.
El Barón Porthos era perfecto para realizar tareas operativas, por eso en El Vizconde de Bragelonne ayuda a Aramis en el plan para sustituir a Luis XIV por su hermano gemelo, ignorando de qué se trataba realmente.
En esta misma novela, en un ejercicio ficticio, se muestra cómo el dramaturgo Molière halla en Porthos su inspiración para el protagonista de la obra El burgués gentilhombre.