La cigüeña blanca fue catalogada como una «especie bajo preocupación menor» por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).
Los programas de conservación en Europa hicieron que la cigüeña blanca volviese a reproducirse en los Países Bajos, Bélgica, Suiza, Suecia y Portugal.
[8] Las plumas del pecho son largas y peludas, formando un collar que se utiliza en algunas exhibiciones de cortejo.
Vuela con el cuello estirado hacia delante y con sus largas piernas extendiéndose más allá del borde de su cola corta.
En aquella época se distribuyeron en buena parte de Europa, reproduciéndose tan al norte como Suecia.
Es un visitante poco común en las islas británicas, donde se observan unos veinte aves cada año, aunque no hay registros de anidación.
[38] En el siglo xix comenzó un descenso de la población debido a la industrialización y los cambios en los métodos agrícolas.
En la península ibérica, las poblaciones se concentran en el suroeste, y también experimentaron un descenso debido a las prácticas agrícolas.
En cambio, las aves adultas pueden compensar por los fuertes vientos y ajustan su rumbo para terminar en las zonas de invernada tradicionales, ya que están familiarizados con su ubicación.
Para muchas aves la ruta más corta las llevaría a través del Mediterráneo; sin embargo, como las térmicas no se forman sobre el agua, por lo general prefieren el desvío por tierra para evitar vuelos transmediterráneos que requieren un aleteo enérgico prolongado.
Por ejemplo, una cigüeña blanca juvenil anillada en un nido en Dinamarca, apareció posteriormente en Inglaterra, donde pasó unos días antes de seguir su viaje.
Luego fue observada sobrevolando la isla de Saint Mary's, y tres días más tarde llegó a Madeira en mal estado.
[54] Parejas de cigüeñas blancas pueden reunirse en pequeñas bandadas para cazar y en algunas zonas se observó anidación en colonias.
[56] La estructura social y la cohesión del grupo se mantiene por medio de comportamiento altruista tal como el acicalado.
[62] La exhibición del comportamiento arriba-abajo (en inglés: up-down display) se utiliza en viarias interacciones con otros miembros de la misma especie.
[68][69] La cigüeña blanca se reproduce en zonas agrícolas abiertas con acceso a humedales pantanosas; construye un nido grande en la cima de árboles, edificios, o en plataformas artificiales levantadas específicamente para este propósito.
[81] Las aves juveniles son alimentadas con gusanos e insectos que los padres regurgitan en el suelo del nido.
Estos ácaros se dispersan por escarabajos coprofílicos, a menudo de la familia Scarabaeidae, o en el estiércol traído por las cigüeñas durante la construcción del nido.
[87] Estos ácaros, incluyendo Freyanopterolichus pelargicus[88][89] y Pelargolichus didactylus,[89] se alimentan de los hongos que crecen en las plumas.
[90] Piojos masticadores como Colpocephalum zebra tienden a encontrarse en las alas, y Neophilopterus incompletus en otras partes del cuerpo.
[96] Las aves migratorias parecen tener un papel importante en la propagación del virus,[97] cuya ecología sigue siendo poco conocida.
La bandada estaba bajo estrés porque tuvo que recurrir al aleteo para volver a su ruta migratoria, y un número de aves murió posteriormente.
En otras cigüeñas blancas, que fueron evaluadas posteriormente en Israel, se encontraron anticuerpos contra el virus del Nilo Occidental.
[99] En 2008 tres cigüeñas blancas jóvenes procedentes de un refugio de vida silvestre en Polonia resultaron seropositivas, indicando su exposición al virus del Nilo occidental, aunque el contexto o la existencia del virus en ese país no está claro.
En 1760 fue reclasificada como la especie tipo del nuevo género Ciconia por el zoólogo francés Mathurin Jacques Brisson.
[120] En Polonia, Lituania y Ucrania se creía que las cigüeñas traen armonía a una familia en cuya propiedad anidan.
La leyenda es muy antigua, pero fue popularizada durante el siglo xix por un cuento de Hans Christian Andersen titulado Las cigüeñas.
Cuando se quería tener hijos, los hogares colocaron dulces en el alféizar de la ventana para notificar a la cigüeña.
[134] Esta creencia persiste en la cultura popular moderna de muchos países eslavos en el cuento infantil simplificado que «las cigüeñas traen los bebés al mundo».
[140] En efecto, Jung recordó que se le contó la historia a él mismo al nacimiento de su propia hermana.