Cuando el pañal es utilizado y se alcanza su máxima capacidad, hay que cambiar el mismo por uno nuevo; este proceso suele hacerlo otra persona, aunque en ciertos casos también el mismo usuario puede cambiar el pañal.
Aunque sin fecha de su invención, en diversas culturas ancestrales, como la azteca, egipcia y la romana, ya se empleaban diversos materiales, como hojas, telas o pieles, para cubrir al niño.
Los pañales de tela son lavables y reutilizables, por lo que causan menos desechos.
Son lavables y evitan las lesiones que ocasionan los pañales desechables a largo plazo, resultando una buena opción incluso en el aspecto económico.
No presentan los problemas de lesiones que generan a largo plazo los pañales desechables y son más ecológicos.