Nació en una familia de inventores, que tenía una fábrica en donde las máquinas y los nuevos inventos eran lo más cotidiano.
El crecer en un ambiente tan creativo ayudó a O'Brien en sus inicios.
[4] Pocos años después se casó con James Donovan, importador de cuero, y la nueva pareja se marchó a vivir a Westport, Connecticut.
[5][6] Este invento lo estuvo utilizando con su propia hija hasta que en 1949 logró presentar la solicitud para obtener la patente y comenzar a comercializarlos.
[5][6][3] Este éxito hizo que Marion decidiera mejorar su producto y siguió investigando e innovando en él tratando de encontrar mejores materiales, más aislantes (para evitar que se escaparan los orines) y al tiempo más protectores de la dermis de los bebés.