Conserva aún una rica arquitectura popular y un entorno natural extraordinario.
Al norte se encuentra la sierra de la Culebra y al sur la penillanura alistana donde se encuentran grandes extensiones de bosques formados por encinas y robles, intercalándose con terrenos cultivados de cereal, viñas y castañas.
Al sur del ferrocarril el terreno es ondulado, modulado por los valles, por los que discurren de forma estacional numerosos arroyos y en el que la altitud oscila entre los 760 y 900 m s. n. m., estando situado su casco urbano a 826 m s. n. m.[1] La zona se sitúa en la cuenca hidrográfica del Duero.
[1] La vegetación natural ha sido transformada por el hombre a lo largo del tiempo, sustituyéndola en gran parte por otras adaptadas al aprovechamiento agrícola, ganadero y forestal.
Entre los mamíferos destacan el jabalí, el zorro, la nutria, la liebre, el conejo, el erizo, el muriciélago (principalmente el murciélago ratonero grande y el murciélago grande de herradura), el topo y ratón de campo.
Estos enclaves tenían una función defensiva, y sus pobladores eran de origen astur, pueblo prerromano que se ubicaba al oeste del río Ástura (actualmente denominado Esla).
Con la llegada de los romanos a la península, se produjo una articulación del territorio para dar salida a las numerosas materias primas que por estas tierras había, entre ellas el hierro.
[8] La zona se caracteriza por una disminución progresiva de la población como consecuencia del éxodo rural iniciado hacia 1950.
Cualquier otro tipo de compra complementaria, requiere el desplazamiento hasta la capital provincial, Zamora.
La evacuación de las aguas residuales se efectúa a una fosa séptica.
[1] El término de la localidad cuenta con ocho yacimientos arqueológicos catalogados en la zona y localizados en los siguientes parajes:[1]