Emiten un grito lastimero y estridente, aunque la gran variedad de sonidos que producen dificulta la identificación, a excepción del inconfundible siseo que emite cuando se siente amenazada o cuando las crías piden alimento.
Posee una visión excelente cuando hay poca luz, y su oído es tan preciso que puede atacar a su presa en una oscuridad total.
[6] Existen veintinueve subespecies reconocidas oficialmente, que se diferencian principalmente por el color del plumaje.
La incubación corre a cargo exclusivamente de la hembra y el macho caza para toda la familia.
[9] Su método de caza consiste en usar su amplio disco facial como una sofisticada parábola receptora de los sonidos que emiten sus presas, a las que así localiza para atraparlas con sus largos dedos, tras abalanzarse sobre ellas en un silencio casi absoluto.