La alfarería en la provincia de Alicante (España), además del legado arqueológico conservado en los museos de Alcoy y la capital provincial, tiene sus focos alfareros más importantes en Agost, Orba y Biar, este último documentado ya en el siglo xvi.
También clasificados por Schütz, son característicos los pitos de Agost, denominados “rossinyols, ruiseñores, canarios y xiulets”.
[10] Especializada en cacharrería para el agua, no sólo cántaros, también lebrillos, orzas, tinajas, arcaduces y cangilones.
En el barrio de Orbeta, antigua aldea veciana a Orba, se complementaba la producción alfarera, con cacharrería para el fuego (cazuelas, ollas y pucheros).
[13] Además de los focos ya mencionados, a lo largo del tiempo se ha documentado actividad alfarera en Altea,[11] Jijona, Onil,[b] [9] Orihuela, Pego, Petrel, Senija, Villena y la propia capital.