Eugenio Larruga

Logró salir con éxito del difícil empeño en que otros antes habían fracasado, y se le recompensó inmediatamente destinándosele a su secretaría.

En ella permaneció hasta 1795 en que se formó una nueva dependencia llamada Balanza de Comercio, para reunir todos los datos del comercio exterior e interior de España y saber si resultaba favorable o adversa.

Así pues, las Memorias tienen un calado mayor que el de un simple manual para comerciantes.

La obra constaría de tres partes o series que se irían completando entre ellas.

La segunda serie, abandonando el planteamiento provincial, se movería en un plano general, dedicándose al estudio del comercio y sus diversas negociaciones.

No pasaron de la primera serie, que aun así quedó incompleta, al publicarse solo los tomos correspondientes a las dos Castillas, Extremadura y Galicia.

Aunque si para esta primera serie llenó 45 tomos, sería impensable cuantos necesitaría para completar la magna obra.