Es un edificio grandioso y su iglesia de una nave espaciosísima: su bóveda y cornisa están labradas con delicado gusto, siendo de notar los diversos signos geométricos que resaltan en dicha bóveda.
Toda esta riqueza desapareció en aquella aciaga época y parte de su local sirvió desde entonces para hospital militar.
El marqués de la Compostela fundó dicha biblioteca y la puso al cuidado de los padres dominicos que habitaron después de la guerra de la Independencia un edificio contiguo al convento con objeto de restaurarlo y lo iban verificando a medida que los fondos lo permitían, hasta que suprimida la comunidad en 1835, con la desamortización de Mendizábal, se trasladó finalmente dicha biblioteca a la Universidad literaria.
En dicha época se comenzó a reparar lo más urgente para que no se arruinase un edificio tan grandioso.
En la actualidad, la iglesia de Santiago el Mayor es lo único que se ha conservado del convento.