Ildefonso de Toledo

La Vita vel gesta S. Ildephonsi sedis toletanae episcopi, atribuida a Cixila, obispo de Toledo ca.

774-783 (PL 96,44-88; Flórez, V,501-520), donde se mencionan por primera vez los milagros de su vida y la Vita Ildephonsi archiepiscopi toletani de fray Rodrigo Manuel Cerratense, siglo XIII (Flórez V, 521-525), añaden al Elogium tradiciones posteriores con tinte legendario.

Según una tradición que recoge Nicolás Antonio (Bibliotheca hispana vetus, PL 96,11), fue sobrino del obispo de Toledo san Eugenio III, quien comenzó su educación.

Estando ya en el monasterio, funda un convento de religiosas dotándolo con los bienes que hereda, y en fecha desconocida (650?

Ante ellos se encontraba la Virgen María sentada en la silla del obispo, rodeada por una compañía de vírgenes que entonaban cantos celestiales.

Recibe esta casulla la cual mi Hijo te envía de su tesorería."

Habiendo dicho esto, la Virgen misma lo invistió, y le dio instrucciones de usarla solamente en los días festivos designados en su honor.

En el décimo concilio de Toledo, en 656, tiene su origen la primera fiesta a la Virgen en Hispania.

La importancia que adquiere este hecho sucedido en plena Hispania Gothorum ha sido muy grande para Toledo y su catedral.

Los árabes, durante la dominación musulmana, al convertirse la basílica cristiana en mezquita, respetaron escrupulosamente este lugar y la piedra allí situada porque se trataba de un espacio sagrado relacionado con la Virgen María a quien se venera en el Corán.

En la catedral los peregrinos pueden aún venerar la piedra en que la Virgen Santísima puso sus pies cuando se le apareció a san Ildefonso.

Muy enraizado en la tradición patrística, su esfuerzo principal estriba en dar al pueblo en forma asequible «la doctrina de los antiguos».

En la doctrina sacramentaria, recomienda la comunión diaria («Pedimos en esta oración del padrenuestro que este pan, el mismo Cristo, se nos dé cada día», Anot., cap.

136), defiende que el bautismo administrado por los herejes es válido y no debe iterarse (ib.

121), y que no es válido, en cambio, si se omite en la fórmula alguna de las tres divinas Personas.

El bautismo solo pueden conferirlo los sacerdotes, excepto en los casos de grave necesidad (ib.

Con todo esto se puede percibir hasta qué punto el siglo de Ildefonso (589-711) es un siglo apasionante en la vida de la Iglesia española y que se refleja fuertemente en su impronta sobre la Liturgia, la Teología y la Espiritualidad.

Su devoción está siempre unida a que la imagen del Santo Obispo fue encontrada en una cueva a unos kilómetros de la ciudad, los misioneros agustinos la pusieron allí ya que muchos de ellos tenían una devoción personal por el obispo.

Imposición de la casulla a San Ildefonso , por Juan Pantoja de la Cruz (1603, Museo del Prado).
Imagen de San Ildefonso en Olula del Río , celebrando sus fiestas el 23 de enero, lleno de roscas de pan.