Episteme

Episteme en este sentido clásico, a menudo se traduce al castellano (así como en otros idiomas como el inglés) como ciencia o conocimiento científico.[2]​ Como en Platón, también para Aristóteles la episteme representa la forma de conocimiento más cierto y veraz, contrapuesta a la opinión o doxa.Sin embargo es menester precisar que Aristóteles colocaba al intelecto por sobre la misma racionalidad silogística: solo el intelecto, en efecto, está capacitado de proveer los principios válidos y universales, de los cuales el silogismo obtendrá conclusiones coherentes con las premisas.También Fichte y Schelling hicieron del Yo el principio absoluto al cual conduce la entera realidad, que para la razón podía así devenir objeto de la ciencia.Michel Foucault reintroduce el concepto de episteme en su célebre libro Las palabras y las cosas (1966).[8]​ Es Foucault quien le da la connotación posmoderna y aún más vigente a la palabra episteme.En tal concepción, la episteme aparece como el marco de saber acorde a determinada "verdad" impuesta desde un poder[9]​ en cada época.Según Foucault existe una discontinuidad entre las épocas históricas occidentales e individualiza las tres principales: Edad Clásica, Renacimiento, y Modernidad.Después de estas consideraciones, podemos distinguir y clasificar los siguientes tipos de funciones: La primera distinción será entre usos individuales (intrapersonales) o sociales (interpersonales): Aunque ha de considerarse siempre que tal o cual episteme puede existir sin escrituras, pero sí desde grandes relatos (por ejemplo tradiciones orales), aunque las escrituras han sido y son un medio para reforzar las epistemes (las epistemes según la acepción foucaultiana).
Diosa Episteme en la biblioteca de Celso en Éfeso (original en el museo de Éfeso en Viena [ 1 ] ​)