Entre otras contribuciones, se le recuerda por ser el primer personaje importante en desenmascarar con éxito la completa falsedad de la Donación de Constantino, hábilmente urdida por el papa Esteban II (752-757) e ideada por un funcionario papal llamado Cristóforo.
A los veintidós años de edad obtuvo el doctorado en Derecho canónico, y en 1448 fue nombrado cardenal.
Hijo del naviero Johan Cryfts y de Katherina Roemer.
Su nombre primitivo era Nicolaus Krebs o Chrypffs, pero fue conocido por Nicolás de Cusa por la ciudad en que nació, Kues.
Entre 1432–1436 defendió de manera activa el conciliarismo, pero la radicalización antipapal del concilio le desconcierta y se reconcilia con las tesis del papa, convirtiéndose en su apoyo intelectual más relevante.
Fue uno de los primeros filósofos en cuestionar el modelo geocéntrico del universo.
En 1459 el papa Pío II le nombra camarlengo del Colegio Cardenalicio y vicario general.
Con ello se bosqueja en el espírtu humano una aspiración hacia la sabiduría, como unificación del dato, anecdótico y específico, con el conocimiento integrador, tanto de datos, como de valoraciones morales, constituyendose así, en una camino de acercamiento hacia Dios, en la visión teológica, aún reconociendo que el sabio es ahora quien se percata de que no puede alcanzar a Dios, la plenitud del conocer.
Con ello se logra una armonización con los antiguios preceptos que invitan al autoconocimiento (gnose te ipsum).
La mente se adecua y crece, aún sabiendo que nunca alcanzará lo Absoluto, pero va avanzando.
El Cusano plantea que la herramienta mental usada para lograr ese "desprender" de la experiencia, el conocimiento trascendente que conforma la sabiduría, es la razón, en cuanto herramienta de la mente.
Durante los siglos XIV y XV se realizaron varias reformas dentro de la misma Iglesia Católica.
Tampoco hay quietud, sino que todo está en movimiento, incluido el Sol.
Nicolás fue ampliamente leído, y sus obras se publicaron en el siglo XVI tanto en París como en Basilea.
Eruditos franceses del siglo XVI como Jacques Lefèvre d'Étaples y Charles de Bovelles lo citaron.
[2] Estudiosos neokantianos comenzaron a trabajar sobre Nicolás en el siglo XIX, y la Heidelberger Akademie der Wissenschaften comenzó a realizar nuevas ediciones críticas en la década de 1930, que fueron publicadas por la Felix Meiner Verlag.
[3] A principios del siglo XX, fue aclamado por Ernst Cassirer como el "primer pensador moderno".
[4] y desde entonces se ha debatido mucho la cuestión de si debe considerarse una figura esencialmente medieval o renacentista.
Es más, Cassirer presentó al Cusano como el punto focal simple (einfachen Brennpunkt) de la filosofía italiana del Renacimiento.