Michael Halliday

Vivió tres años en China, donde estudió con Luo Changpei en la Universidad de Pekín y con Wang Li en la Lingnan.

Halliday plantea la discusión al respecto en el libro El lenguaje como semiótica social (1979), donde profundiza respecto a un nuevo modelo para el estudio del lenguaje integrando el componente sociocultural como clave en su comprensión.

Tomando en cuenta la función comunicativa del lenguaje, la lingüística sistémico funcional de Halliday explica las configuraciones más abstractas a través de las cuales se realiza dicha función comunicativa.

A dichas metafunciones las podemos entender como un «conjunto de funciones altamente generalizadas» para las cuales ha evolucionado el lenguaje.

En América Latina, los países que más trabajan la lingüística sistémico funcional de Halliday son Argentina, Chile y Brasil.